Ni el repique de las guitarras, ni el relinche de los caballos de las calesas. Ni siquiera el mercadillo de los sábados. Durante estos días la auténtica banda sonora de la Alameda Vieja está siendo el tintineo de platos, tenedores y copas de vino. Finos, amontillados y olorosos, acompañados de lo más selecto de la cocina jerezana, son los verdaderos protagonistas de la Feria Gastronómica de la Vendimia. Un evento situado en las inmediaciones del Alcázar y que se desarrollará hasta el domingo 14 de septiembre.

Sin duda, para que el paladar disfrute del jerez, lo mejor es hacerlo con el maridaje adecuado. Por las inmediaciones, el aroma que desprende la Feria embriaga y, como un enorme lazo invisible, atrae sin remedio hacia el corazón del espacio 'gourmet'. Una vez dentro, las opciones para saciar el apetito son muchas y muy diferentes. Más de dieciséis stands - con la misma forma que las coloridas casetas tradicionales de la Feria del Caballo- rodean la Alameda y ofrecen económicos menús por sólo tres euros.

En La Antigua Cruz Blanca, chistorras al Tío Pepe y gambas blancas de Huelva. Unos manjares que el jerezano Luis Álvarez y su mujer acompañan con fino, ideal para esta clase de tapas. "Lo importante para que esta Feria salga bien, es que la comida sea buena y económica. Y por lo que estoy viendo se están cumpliendo mis expectativas", opinaba.

Mientras, tres chicas jóvenes recorren todas las casetas ofrecen la degustación de una nueva bebida. Fino, limón y hierbabuena para los paladares más atrevidos como el de Ada y sus dos hijos. Esta belga, que lleva una semana en España, asegura que le está encantando la Feria Gastronómica. "Venimos de visitar Madrid, Toledo, Córdoba, Sevilla y Marbella. En Jerez hemos visitado las bodegas González Byass y luego hemos venido a comer aquí porque nos han dicho que estaba todo buenísimo. Y así es", comenta.

Son los extranjeros, ingleses y alemanes, los que más están acudiendo a la Feria Gastronómica. Al menos, así lo afirma Antonio, uno de los camareros que se esconde tras la bronceada barra de la caseta de Mesón Suárez. El jerezano, que no paraba de servir platos de comida, asegura que "el evento está teniendo muy buena aceptación, sobre todo ahora que ha hecho menos calor. Aunque a la hora de cenar viene más gente que para almorzar", confiesa. "Abrimos a partir de las 12.30 y cerramos sobre las tres de la mañana, porque por las noches ésto se llena muchísimo. Más que nada de gente joven".

Y es que a partir de las nueve, las luces se encienden y una gran cantidad de parejas, familias y amigos pasean por la Feria para cenar y pasar un rato agradable. A partir de la medianoche, otro tipo de música envuelve el ambiente de la Alameda Vieja. Durante el martes, las únicas sevillanas que se escucharon fueron las del grupo jerezano Reflejos del Sur. La voz rasgada de Alba Molina ambientó la noche del miércoles y las guitarras flamencas de Cambio de Tercio amenizaron la cena de anoche. Diego Carrasco, Los Aslándticos, María Martínez y Manuel Pantoja serán los encargados de poner la música de hoy, de mañana y del domingo respectivamente.

Al finalizar las actuaciones, los altavoces comienzan a poner música actual y movida para los más jóvenes que, por cierto, cada vez beben más vino de Jerez. Los más pequeños también tienen su espacio en este evento donde la variedad y la exquisitez culinaria se dan la mano en un paisaje inmejorable.