Los administradores judiciales de Cureña, sociedad patrimonial del propietario de Uniter, José González Mata, han logrado autorización de la juez Alaya para la venta, entre otros inmuebles de la mediadora investigada en el caso de los ERE, de la oficina central del Banco de Sabadell en Jerez, localizada en la calle Beato Juan Grande, 1 (Mamelón).

La administración judicial, que publicó una nota informativa a finales de noviembre para la venta de varias oficinas, locales y garajes de Cureña, obtendrá 975.000 euros por el edificio arrendado a la entidad bancaria, cuya tasación asciende a 784.503 euros.

En la nota informativa sobre la venta, para la que el plazo de presentación de ofertas se cerró en diciembre, los administradores de Uniter y Cureña animaban a los posibles compradores anunciando una buena inversión al estar las oficinas arrendadas a la entidad financiera, que tiene contrato de arrendamiento por importe de unos 7.000 euros al mes con una duración de 30 años y obligación mínima de cumplimiento de diez años, a contar desde su firma en 2009, fecha en la que lo adquirió González Mata.

De acuerdo con los administradores judiciales, el dueño de Cureña y Uniter también tiene a la venta otros inmuebles de su propiedad, en concreto la sede de La Caixa en la calle Sevilla (Mamelón) y, en caso de que no fructifique esta operación, baraja la posibilidad de desprenderse del local de Pull & Bear en la rotonda de Los Casinos.

Según el propietario de Uniter, la venta de activos es su única opción ante el bloqueo de los ingresos por la investigación de los ERE irregulares, en los que está imputado por el supuesto cobro de sobrecomisiones a través de la mediadora Uniter.

Junto a las oficinas del Sabadell en Jerez, la juez Alaya ha autorizado también la venta de otro edificio y cinco garajes bajo titularidad de Cureña y que están arrendados a la misma entidad financiera en Málaga. En este caso, la tasación es de 544.630 euros y el importe final de la venta asciende a un millón de euros.

Según el decreto de la secretaria judicial, los casi dos millones de euros de la venta se destinarán a saldar los préstamos hipotecarios que pesan sobre esas propiedades, al tiempo que se logrará "alguna liquidez con la que hacer frente a otras deudas sociales".

El objetivo final es "salvaguardar el patrimonio de la sociedad Cureña" entidad embargada por el juzgado, y "así coadyuvar a satisfacer las responsabilidades civiles que en su día pudieran decretarse", señala el decreto.

Los administradores de Uniter pidieron a la juez Alaya en enero que declarase el concurso de acreedores para la aseguradora al haber desaparecido "su principal y casi único negocio" que eran los expedientes financiados por la Junta de Andalucía.

Los administradores judiciales informaron entonces de que habían rehecho la contabilidad de Uniter, que arroja un déficit patrimonial de 321.284 euros, mientras que Cureña arroja un patrimonio neto de 4.752.342 euros.

Según González Mata, Uniter no entrará finalmente en concurso al haberse aceptado el plan de viabilidad, que contempla el cobro de las primas bloqueadas, si bien el proceso, como el de la venta de los activos, que considera "malvendidos" por el desplome del mercado inmobiliario, se desarrolla con "gran lentitud".