Vecinos de zonas próximas a la barriada de Cerrofruto han mostrado su malestar por la situación de insalubridad en la que se encuentran varios de los bloques pendientes de derribo. "Hay ratas como conejos", afirmaban ayer algunos de estos vecinos, preocupados por la inminente apertura del curso escolar, ya que algunos de esos edificios se encuentran muy cerca de uno de los centros educativos de la zona sur.

"Las ratas andan por ahí como por su casa y como se metan en el colegio seguro que hay problemas", indicaron.

Además, los mismos propietarios de viviendas cercanas se quejan "del mal olor existente" en muchos de los bloques, un hedor que se ha acrecentado "con estos días tan malos de calor que ha habido últimamente. Es insoportable", afirmaban.

De momento, y tras el derribo que la empresa Demoliciones Córdoba SL llevó a cabo con once de los veinte bloques que conformaban Cerrofruto, las obras han quedado paralizadas. En concreto, las máquinas abandonaron la zona hace ahora dos semanas.

Desde el Ayuntamiento se reitera que el resto de bloques por derribar, que engloban un total de 90 viviendas, están a expensas de concluir los trámites administrativos pertinentes con los propietarios, trámites que pueden demorarse semanas e incluso meses. No hay que olvidar que de esas noventa viviendas había diferentes regímenes, ya que algunas estaban en alquiler, otras eran propiedad de los inquilinos e incluso alguna que otra se encontraba en un proceso de embargo o ya embargadas.

Hay que recordar que el derribo de los pisos de Cerrofruto, valorado en 152.585,19 euros y que comenzó el pasado 17 de julio, está incluido en el Plan de Actuación 2014-15, y que los inquilinos de dichas viviendas fueron realojados en la primera promoción Nuevo Cerrofruto ubicada en la avenida Blas Infante que se entregó a finales de 2011. La segunda, situadas en la avenida de la Libertad, se entregó en octubre del año pasado.

Los vecinos se quejan también de las vallas que han colocado en los solares de los distintos bloques derribados, un total de once. A su entender, esta decisión es "una pérdida absurda de dinero porque eso acabarán por llevárselas", opinaban ayer algunos.