La inestabilidad laboral permanente en el servicio de transporte urbano de la ciudad, que actualmente gestiona y explota la empresa concesionaria Urbanos Amarillos, también puede tocar más temprano que tarde a su fin. La alcaldesa, Pilar Sánchez, quiere recurrir a la misma fórmula que ha utilizado en el primer trimestre de este año para solventar los problemas de pago y la deuda histórica que mantiene el Ayuntamiento con Urbaser, primero en lo que respecta al servicio de limpieza viaria y más tarde, en lo tocante al de recogida de basura. Siguiendo con este doble acuerdo, la regidora jerezana está a la espera de la autorización de una nueva toma de razón con la Diputación provincial —que actualmente es la administración que gestiona el servicio de recaudación municipal— para garantizar el pago mensual de una cantidad fija por el servicio de autobuses. En concreto, según ha manifestado a este periódico la propia Sánchez, el objetivo es cerrar una serie de pagos ascendentes hasta llegar a una cantidad fija de 300.000 euros mensuales que cubran el pago corriente por la prestación de este servicio obligatorio para el Ayuntamiento.

A día de hoy, el coste del servicio de autobuses supone un desembolso a librar en las cuentas municipales de 10,7 millones de euros al año, aunque calculados a partir de la cifra de viajeros anuales que actualmente se manejan:5,6 millones. Si el Ayuntamiento es capaz de aumentar el número de usuarios que se montan en el transporte urbano, abarataría sobremanera el coste por la prestación de este servicio básico. Precisamente, el anterior es el otro gran objetivo que se marcó el gobierno municipal a raíz de la adjudicación definitiva del servicio a Urbanos Amarillos, que también asume, a diferencia de lo que ocurría con Cojetusa, el incremento de los costes por el déficit de usuarios. En el momento de la adjudicación, la propia alcaldesa y su delegada de Movilidad, Carmen Martínez, ya advirtieron de que si el Consistorio jerezano se marcaba la recuperación de unos tres millones de viajeros —el servicio llegó a contar con once millones de usuarios—, el abaratamiento en la factura del transporte urbano rondaría los 3 millones de euros anuales.

A partir de lo anterior, Sánchez ha adelantado que la empresa concesionaria ya ha adquirido los seis primeros vehículos de los más de una treintena que se anunciaron que irían progresivamente renovando la actual flota, que consta de un total de 54 vehículos. De éstos, unos 12 fueron comprados hace sólo unos años, por lo que la empresa sólo deberá adaptarlos a la nueva imagen del transporte urbano en la ciudad. Como confirma la propia regidora socialista, los nuevos autobuses estarán circulando por las calles de la ciudad “antes de que arranque la Feria” y ya incluirán la nueva imagen corporativa del transporte urbano jerezano, que cambia el tradicional color rosa por un blanco roto salpicado por las líneas azules onduladas del escudo de la ciudad.

Al margen de explicar que “también trabajamos en ofrecer una solución definitiva al transporte público en el mundo rural”, Sánchez recordó que el servicio de autobuses en la ciudad va a experimentar “un antes y un después a partir de que se garanticen los pagos —en principio, la toma de razón podría hacerse efectiva desde el próximo 1 de junio— y comience a renovarse la flota de autobuses, que verá totalmente renovada su imagen a lo largo del próximo verano”. Tanto con esta solución para Urbanos Amarillos como con el rescate de la limpieza en colegios y jardines, Sánchez aseguró que “prácticamente dejaremos totalmente solventados los problemas que teníamos en la prestación de servicios públicos obligatorios”.