El presidente de Asaja-Cádiz, Pedro Gallardo, mostró ayer su preocupación por la actual sequía, una situación que, según dijo, no es temporal sino que se viene constatando en los últimos años.De hecho aseguró que los embalses de la provincia están perdiendo un 10% de capacidad en cada uno de los últimos tres años, es decir, unos 200 hectómetros cúbicos cada ejercicio. Pese al déficit existente, Gallardo señaló que la ventaja de la provincia es que cuenta con una importante infraestructura hídrica “por lo que de momento no estamos tan agobiados como pueden estar otras provincias, pero hay que estar ojo avizor porque se está diezmando la capacidad de los embalses”. Alertó que de momento sólo se puede hablar de “tranquilidad entre comillas” hasta febrero si no lloviera nada, “aunque es un escenario que esperamos que no se dé y que llueva”. Los datos son reveladores: del 42% de capacidad en la que se encontraban los embalses a 1 de septiembre se ha pasado a un 39%, justo en los tres meses en los que suele llover. “No solamente no hemos recuperado agua sino que la hemos perdido”, constató Gallardo, al tiempo que confió en que “nos encontremos en una sequía de tres, cuatro años, cíclica y que la situación revierta, porque nos hace falta volver al 60% de capacidad de los embalses, que son los índices normales en que tendría que estar la provincia”.

En el peor escenario posible, en el que la ausencia de lluvias obligase a restricciones en el campo, Gallardo sostuvo que habría que priorizar evidentemente los cultivos de invierno, que ya están sembrados, porque en los de verano el agricultor aún está a tiempo de tomar decisiones.

Acompañado por el secretario general de Asaja-Cádiz, Cristóbal Cantos, el presidente de esta organización hizo ayer balance del año, destacando el esfuerzo de los profesionales del campo, “que pese a que no ha llovido lo suficiente, de los vaivenes económicos, de los políticos y de la excesiva burocracia han seguido apostando por el sector y reinventándose”.Gallardo resaltó también la creatividad y la apuesta por la innovación y los nuevos cultivos de los agricultores de la provincia.

La organización agraria decidió incluir en su balance un boletín de notas por materias a las distintas administraciones, en el que sobre todo salió mal parada la Consejería de Agricultura por su política de ayudas a la incorporación de jóvenes al sector. Con un suspenso calificó Asaja esta gestión, que ha llevado a que ayudas cuyas solicitudes se tramitaron hasta el 30 de septiembre de 2015 no se haya cobrado el primer pago del 50% hasta julio de este año, mientras que para las solicitudes presentadas a la convocatoria de 2016 aún no existe una resolución definitiva. Cantos señaló que “hemos visto una ilusión tremenda en jóvenes con proyectos espectaculares, que pueden fracasar porque se les hace unas promesas que luego no se cumplen. Eso es gravísimo”. Gallardo abundó en que estas ayudas han sido una tomadura de pelo para los jóvenes “y en muchos casos les ha arruinado y les ha convertido en morosos”. Denunció que tanto en estas subvenciones como en las destinadas a la modernización “el agujero negro está en Sevilla. Ahí es donde está el cuello de botella”. Explicó que mientras que no existen problemas con las ayudas que llegan directamente de Bruselas, éstos comienzan con aquellos proyectos que son cofinanciados en un 25% por otras administraciones. “Estaríamos dispuestos a renunciar a ese 25% y que sólo nos diesen el 75% si con ello se cumplen las fechas”.

Otras materias como los caminos rurales o el Plan de Desarrollo Rural de Andalucía fueron calificadas con un “necesita mejorar”. En el primero de los casos, Gallardo mencionó que es vital que ayuntamientos, como el de Jerez, empiecen a registrar los caminos rurales porque mientras éstos no estén inscritos no se puede actuar en ellos. En cuanto al Plan de Desarrollo Rural, Asaja criticó el escaso nivel de ejecución de las ayudas. También se llevó un suspenso rotundo la Consejería de Medio Ambiente por la ausencia durante cinco años de la convocatoria de ayudas forestales, una herramienta para prevenir los incendios, mientras que la gestión pública del agua se puntuó con un suficiente y una llamada de atención por la suciedad acumulada en los arroyos de la provincia y la gestión cinegética obtuvo un “progresa adecuadamente”.En materia de seguros, dependiente del Ministerio de Agricultura, Gallardo señaló que “necesita mejorar” y aludió a la necesidad de poner al día y adaptar a la provincia estos seguros, tanto para la viña como para el aguacate y el seguro de sequía en pastos.

En positivo, Asaja puntuó con un notable la negociación de la PAC y con un sobresaliente, compartido entre el Ministerio y la Consejería de Agricultura, la gestión de pagos de las ayudas de la PAC.