Un grupo de 40 gaditanos que habían viajado con el Imserso a Mallorca se encuentran atrapados en Barcelona sin saber cuándo podrán regresar a sus viviendas. Entre los afectados hay también jerezanos que han denunciado a Diario de Jerez la "odisea" que están viviendo desde que este domingo los avisarán de que debían adelantar su vuelta a la península debido al estado de alarma por el coronavirus.

Toñi es una de las afectadas de Jerez y explica que, aunque inicialmente eran 43 los afectados, "tres se han ido por su cuenta en tren". Tal como denuncia, "nos adelantaron, en principio, el vuelo para que pudiésemos volar pero omitieron decirnos que íbamos para Barcelona. Nosotros pensábamos que íbamos para Sevilla y no fue hasta que facturamos las maletas cuando nos enteramos de que volábamos a Barcelona y de Barcelona a Sevilla en otro vuelo".

Esta jerezana asegura que en el aeropuerto de Palma fue todo "una odisea. Desde las cinco y media que estábamos allí, no salimos hasta las las diez y pico". Como es lógico, el nerviosismo fue aumentando ante la incertidumbre "porque nos llevaban de una puerta de embarque a otra... Así hasta que nos montamos en un vuelo de Vueling". Todo ello "sin comer y sin poder medicarse las personas que lo necesitaban". Además, "estuvimos una hora metidos en el avión porque no podía aterrizar en Barcelona".

A pesar de que al llegar allí, les dijeron que podían tomar un vuelo que salía a las doce, "resulta que había que ir a Vueling para cambiar los billetes y allí nos dijeron que no, que nos daban billete pero para el martes por la tarde". "Nos negamos. Era la una de la mañana desde las cinco de la tarde que nos recogió el autobús", lamenta Toñi. Finalmente y tras muchas reclamaciones lograron que les facilitaran un hotel donde han pasado parte de la noche, ya que a las tres de la mañana aún estaba 'tirados' en el aeropuerto esperando el traslado al hotel.

En teoría, los afectados iban a volar esta tarde en un avión con salida a las seis y destino a Sevilla. Sin embargo, después de lo ocurrido, no se fiaban de que sea así. Por ello, tras ser obligados a abandonar las habitaciones a las 12 de esta mañana de lunes, han decidido quedarse en el hall del hotel."Estamos todo el grupo fuera con las maletas pero de aquí no nos mueven, se lo he dicho al recepcionista que tendrá que llamar a la Policía", advierte Toñi.

Tal como han explicado, esta mañana han podido desayunar pero para almorzar han tenido que comprar unos bocadillos y guardar los tiques para reclamar más adelante. "Hay mucho nerviosismo y ansiedad. Mi marido tiene tres infartos y tres ictus y, en cualquier momento, nos podemos poner malos", asegura. De hecho, asegura que "no tenemos ningún medio para protegernos, estamos sin guantes ni mascarillas a pesar de ser de alto riesgo todos. Hemos estado en el aeropuerto donde había gente durmiendo en el suelo... cómo para no infectarnos".

Finalmente, según han confirmado a este periódico, el avión "nos lo han retrasado a las siete y media de la tarde. Esperemos que sea verdad". "Una vez que lleguemos a Sevilla serán las nueve de la noche y de ahí en autobús volveremos a nuestras ciudades. Habrá personas que lleguen casi a las doce de la noche", ha lamentado Toñi. Minutos después de las siete de la tarde los cuarenta afectados pudieron subir al avión con destino a Sevilla aunque, una vez dentro, les informaron de que la salida no se produciría hasta una hora después.

Junto a los jerezanos afectados hay también vecinos de Sanlúcar, El Puerto y San Fernando, entre otras ciudades.