Jerez

Atribuido el crucificado de la Catedral a Roldán

  • Se trata del que preside el altar mayor que pudo provenir de la Cartuja y guarda gran similitud con otras obras del artista

Pedro Roldán 'El Viejo' podría ser el autor del crucificado que se encuentra en el altar mayor de la Catedral, según se deduce de las conclusiones que arroja una investigación realizada por José Jácome González y Jesús Antón Portillo que llegan a este punto después de desmontar otras teorías sobre esta imagen "de que el crucificado, que actualmente preside el altar mayor de la catedral jerezana, era el que recibía la advocación del Cristo de Burgos, procedente al parecer del desaparecido convento de San Agustín, pues diversos documentos así lo prueban (ni tan siquiera se cita un Crucificado bajo el título de Burgos en el inventario de desamortización del convento de San Agustín en 1835), hemos seguido una nueva pista sobre esta imagen, ofrecida por el último Procurador de la Cartuja de nuestra ciudad, Fray Luis María de León, quien nos comentó la posibilidad de que esta talla fuera la imagen cristífera que el escultor Pedro Roldán 'El Viejo' tallara para el retablo del Capítulo de este cenobio cartujano en 1676".

Esta afirmación la apoyan, además, los investigadores en que "el profesor Bernales Ballesteros, biógrafo de este escultor, ya indicaba que en el citado año de 1676 Roldán realizó un crucificado para la cartuja de Jerez, al que daba por desaparecido. Este dato lo corroboramos hace unos años cuando publicamos sendos documentos notariales que probaban la presencia de Pedro Roldán en la cartuja jerezana, y estrechamente vinculados con sus trabajos en la fachada de la catedral de Jaén. Nuestras investigaciones nos llevaron a analizar el contenido del manuscrito, atribuido a Bruno de Solís y Valenzuela y fechado en aquellos años, en el que existe constancia documental de que el citado Capítulo estaba siendo renovado, tanto arquitectónica como escultóricamente, para cuyo efecto se concertó un retablo con el ensamblador Damián Machado, quien se ocupó de la parte estructural de la obra, quedando el apartado de las imágenes a Pedro Roldán, a quien se le encargaron las hechuras de los santos cartujos San Hugo de Grenoble y Lincoln, una Purísima y un Crucificado a lo natural para coronar este retablo".

Con la desamortización de 1835 las imágenes "los dos santos Hugos se depositaron en la entonces Colegiata, siendo devueltos a la Cartuja en 1950. La Inmaculada Concepción, los atriles y relicarios, éstos últimos del afamado platero Juan Laureano de Pina y que estaban incorporados en los nichos de este retablo, están dados hoy por desaparecidos. ¿No sería igualmente trasladado a la Colegial este crucificado al igual que parte de las imágenes de este retablo, como lo fue el célebre apostolado de Arce?".

De esta forma , José Jácome González y Jesús Antón Portillo, teniendo en cuenta esta serie de indicios documentados y asimismo los detalles iconográficos de esta talla muy similares a la imaginería del retablo mayor de la Santa Caridad sevillana, obra de Pedro Roldán, y a la escultura del Santísimo Cristo titular de la hispalense Quinta Angustia, obra de este artista, "afirmarmos que debe tenerse en cuenta la atribución de esta imagen a Pedro Roldán, si bien en la talla jerezana observamos una menor minuciosidad y detalle, que pudiera deberse a su destino como colofón o remate del referido retablo, en lugar de tratarse de una imagen procesional, que requiere mayor rigor artístico".

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