Jerez

Auge y caída de un 'bluff' en punto muerto

  • Zahav pierde el crédito de Industria de los dos últimos años al no poder justificarlo · Su licencia de obra caduca en octubre y el PP no dará más prórrogas si no cumplen · El proyecto se ha recortado un 66% y de 800 empleos previstos se ha bajado a 43

 "Las facilidades hay que darlas a proyectos serios, buscamos empresas solventes, serias, no que se queden con el suelo y los proyectos se conviertan en humo". Hasta llegar a esta demoledora sentencia pronunciada por la alcaldesa, María José García-Pelayo, el pasado miércoles han pasado más de tres largos años de controversia, polémica e incertidumbre en torno al proyecto de Zahav en la ciudad, otro de esos mirlos blancos que de tarde en tarde aparecen generando ilusión en un  municipio demasiado acostumbrada a la zozobra. Una inversión que ha dejado tras de sí un reguero de recelos por parte de la oposición frente a uno de los proyectos estrella que Pilar Sánchez vendió como la panacea para rebajar la lista negra del paro. Tras la salida de la socialista de Alcaldía, el nuevo gobierno local del PP no será tan cándido e ingenuo con los incumplimientos de la multinacional, la cual debió haber empezado a ensamblar vehículos en su planta jerezana, según se comprometió en su momento, hace unos cinco meses. Un retraso que podría ser comprensible si no fuese porque la sombra de dudas de la inversión cada vez es más alargada. De hecho, confirma el portavoz del gobierno local, Antonio Saldaña, "no habrá más prórrogas para Zahav si no cumple de inmediato con la ciudad; estaremos vigilantes porque tenemos que velar por los intereses de Jerez y los jerezanos". Con una licencia municipal de obras que caduca en octubre; una carencia en el pago del alquiler de los suelos que expira en diciembre; dos años consecutivos con las ayudas estatales a la reindustrialización denegadas ante la falta de justificación del proyecto; un constructor de la nave industrial y la urbanización del terreno al que sólo han pagado 30.000 euros de los 2,4 millones presupuestados; y una inversión que ha menguado en un 66% respecto de lo inicialmente previsto, el proyecto de esta misteriosa firma multinacional no pasa por ese clima idílico que soñaron sus promotores cuando se dejaron caer por la Bahía de Cádiz entre 2007 y 2008.

"El negocio de Zahav es posible, lo que no sabemos es si es probable", aseguran a este medio fuentes de toda solvencia del sector de la automoción. "No es una fábrica, es una ensambladora: los coches los traen importados de China, los desmontan en España, les ponen un pequeño porcentaje de piezas españolas y los mandan homologados a Marruecos, donde ahora hay una ley por la que no se pueden comprar coches directamente importados de China", relatan las mismas fuentes. Y agregan: "Nos ha costado trabajo encontrarla en Internet, pero la marca Zahav es iraní y existe, y para el proyecto no hace falta una gran estructura, sólo un acuerdo de distribución". "Que conozcamos, aquí en España nadie se metería en eso, pero a lo mejor ellos son más listos", apostillan. El exalcalde, Pedro Pacheco, muy curtido en asuntos de bluff empresariales -para la posteridad quedan, entre otros, la fábrica de chocolate, Euroamerican, Jerikholding...-, lo tiene claro: "Es una empresa fantasma que se está beneficiando de unas condiciones increíbles, se ha despilfarrado suelo industrial con ellos y hay que recuperarlo cuanto antes. Todo, el 100%". "Este cuento del cochecito leren es un tocomocho", decía jocoso en rueda de prensa el pasado viernes. Recientemente, el consejo de Emusujesa hizo efectiva la devolución al Ayuntamiento de unos 80.000 de los 120.000 metros cuadrados previstos para el proyecto. "Muy pronto volveremos a este consejo para 'rescatar' el resto", retó Pedro Pacheco al PP.

Los orígenes

El runrun de Zahav Motor empieza a sonar con insistencia en la provincia desde junio de hace tres años. Es el socialista Paco Vallejo,  ex consejero de Innovación, Ciencia y Empresa, el primero en hablar de una firma con capital "chino e iraní" -con fábricas en Rusia, China e Irán- que está dispuesta a desembarcar en los terrenos anexos a la antigua factoría de Delphi. En realidad, el río revuelto del cerrojazo de la planta de automoción de Puerto Real alimenta la llegada de nuevos y desconocidos pescadores a Jerez y la Bahía, con la connivencia de unas administraciones claramente desesperadas por vender titulares que hablen de una reindustrialización en marcha dentro de una provincia masacrada por el paro. Uno de los momentos clave en el arranque de esta historia se produce apenas medio año después, en diciembre de 2008, cuando el segundo del por aquel entonces consejero de Empleo, el jerezano Antonio Fernández, reconoce en los medios que el proyecto de Zahav Motor queda suspendido por la crisis y la difícil situación del sector del automóvil.

La reacción de la firma no se hace esperar y un tal Javier Silva (director general de la compañía del que, al menos públicamente, nunca más se ha sabido) desmiente la cancelación de una inversión que, en ese momento, se cifra en 50,7 millones y que será capaz de generar 540 empleos directos. En ese instante, además, el tal Silva asegura que el suelo necesario para levantar la factoría es de 12 hectáreas (para un total de dos plantas), no de 40.000 metros como en un primer momento se habla. Las ambiciosas cifras prometidas hacen que los políticos se relaman aún con mayor insistencia. A partir de aquí entra en juego Jerez, que compite con Alcalá desde marzo de 2009 por hacerse con el proyecto, toda vez que la implantación en el primer emplazamiento queda descartada. De este mismo  capítulo del culebrón emerge un nuevo personaje en esta historia: José Luis Mesia Salí, que será desde entonces el negociador directo de la firma con los ayuntamientos para el desembarco en la zona.

Este marroquí afincado en Málaga, donde llegó como inmigrante ilegal en el año 84 -como él mismo explica en las páginas de un semanal malagueño con fecha de febrero de 2004-, se define como director general de Expansión de la compañía, labor que al parecer compagina con un par de negocios inmobiliarios, Construcciones Josnawa y Asesores Financieros Inmobiliarios Nawal, con un total de 44 requerimientos de Hacienda y Seguridad Social hasta el pasado año 2009. Por cierto que en el ínterin, este Diario destapa que el empresario fue condenado en 2006 por la Audiencia Provincial de Málaga por apropiación indebida "prevaliéndose de su cargo" como presidente de la Asociación Andaluza de Minusválidos y Mayores de 25 años (ASAMI). Un año después fue indultado con la rebaja de la pena de tres años y medio a 24 meses  de prisión, lo que le permitió eludir la entrada en la cárcel.

Pues bien, en la primavera de 2009, Mesia Salí primero amaga con llevarse el proyecto a Málaga pero luego cambia de opinión de forma repentina y visita Alcalá. Es recibido en el Ayuntamiento alcalareño, entonces gobernado por el PSOE, pero la impresión que causa no es buena desde el principio. Zahav quiere terrenos en La Palmosa, donde iba a ir la fábrica de maderas de Polanco. Ahora se conforma con 80.000 metros  de suelo y asegura que fabricará 30.000 coches al año que terminarán de ensamblarse en Marruecos. Ya habla de 600 empleos aunque mantiene la inversión en 50,7 millones. "Este hombre  llega a Alcalá y desde el primer momento lo vimos como un auténtico  bluff; era gente que quería todo, que le diésemos todo, sin antes poner un euro", explican fuentes socialistas de la localidad que prefieren mantenerse en el anonimato. "Querían la cesión de los terrenos, exenciones fiscales, liberalización de licencias de obras... Y cuando le preguntábamos por el proyecto decía que 'ya nos veríamos para hablar de él'... La Junta también tenía todas las dudas del mundo en ese momento, no sólo ahora; y nosotros sólo esperábamos que el 'gran jefe' nos explicara la inversión, aunque lo cierto es que nunca se produjo el encuentro y realmente nunca llegamos a conocer al susodicho Al-Zahawi". Desde Alcalá, autovía arriba, pusieron rumbo a Jerez.

El 'gran jefe'

Antes de entrar en cómo Mesia y 'el gran jefe' -el sheerman en las tarjetas de visita- llegaron hasta el Ayuntamiento de la quinta ciudad andaluza de la mano de la anterior alcaldesa, la socialista Pilar Sánchez, conozcamos algunas pinceladas del llamado 'gran jefe'. Este hombre es en realidad Raad Fadhil Shakir Al-Zahawi, un hombre sexagenario, casado y de nacionalidad británica, con domicilio en Kingston upon Thames, en el condado de Surrey. De su apellido, quizás, puede derivar la marca Zahav y de su apodo, el sheerman, el nombre de otra de sus principales empresas, Sheerbonnet Machinery. Según lo presentan a mediados de 2009, antes de su primera aparición pública, se hace llamar 'el príncipe', un apelativo que fuentes consultadas atribuyen a una posible vinculación con la dinastía del Sha de Persia, derrocada en 1979. Pero más allá de biografías legendarias, Al-Zahawi aparece en los registros mercantiles británicos como responsable de más de media docena de sociedades disueltas, aunque también figura como máximo responsable de Zahav Automobile Company Ltd., desde septiembre de 2003, y como mandamás de Sheerbonnet Machinery Ltd., la empresa de un agente de exportación e importación de maquinaria creada en noviembre de 1991, según los datos recabados en diferentes guías empresariales de Internet. Los datos de contacto de Zahav Motor que ofrece su página web coinciden cien por cien con los de Sheerbonnet Machinery, cuyas oficinas también son idénticas en su dirección postal con las de la empresa de automoción. Tanto Sheerbonnet Machinery como Zahav Motor comparten el mismo despacho en Wembley Point, un   edificio de usos múltiples al Oeste de Londres. En los foros de la Red, como burbuja.info, también se resaltan aspectos llamativos de este inversor, como por ejemplo que si se teclea  "Raad Fadhil Al-Zahawi" en google.com sólo se obtengan 95 resultados en inglés (muchos de ellos vinculados con páginas en español) por 71 en castellano, la mayoría links con noticias de prensa publicadas en la región andaluza. Pero volvamos a Jerez.

La ciudad perfecta 

Es la Feria del Caballo de 2009 y hay cuchicheo entre los miembros del anterior gobierno municipal. "Pilar va a anunciar una inversión muy gorda, se la ha arrebatado a un municipio vecino", comentan pesos pesados de su equipo de gobierno entre copas de vino fino. Se trata, según cuentan entonces, de la fábrica de todoterrenos que iba a cubrir la baja de Delphi en la Bahía. "Es una heroicidad atraer inversiones en estos tiempos", llega incluso a comentar un delegado socialista. Cegada por las grandes perspectivas que pinta Zahav para la ciudad, Sánchez recibe en Alcaldía a José Luis Mesia un 14 de mayo de 2009 y la empresa se lanza a saco. Anuncia que quiere empezar a fabricar vehículos en Jerez en un par de años. Retoma la opción más modesta de implantarse en 40.000 metros, pero las expectativas de generación de empleo siguen siendo altísimas: entre 540 y 600 puestos directos, que incluyen ingenieros, hosteleros y personal sanitario, explica en ese instante el responsable de Expansión. Mesia Salí promete que invertirán 25 millones de euros y al final de la cuarta fase se habrán desembolsado 57. Como puede observarse, las cifras son como una suerte de acordeón que abre y cierra, sube o baja, conforme avanzan las negociaciones y el proyecto toma cuerpo. La por aquel entonces alcaldesa socialista, acosada por los conflictos sociolaborales y obsesionada con unos datos alarmantes de paro, que afecta a 30.000 personas en la ciudad, no dice a nada que no. Según ha podido saber este medio, incluso su núcleo duro -conformado, como está publicado, por personas ajenas al gobierno municipal- es mucho más prudente con estos inversores que ella, entregada al antídoto de Zahav en su lucha contra el paro. Una firma, por cierto, que en este momento también engorda su currículo asegurando que dispone de centros de distribución en Marruecos, Bielorrusia y Egipto, además de sus fábricas de China, Irán y Rusia. En total, dicen, dan empleo en todo el mundo a unos 5.000 empleados, aunque en esos momentos cuesta encontrar referencias en Internet de su actividad transnacional. Algo que prácticamente no ha cambiado demasiado desde entonces.

Llega julio y aparecen la Junta de Andalucía, encarnada en Angelines Ortiz (delegada provincial de la Consejería de Innovación), y Al-Zahawi en la sala de prensa del Ayuntamiento para presentar el proyecto junto a Pilar Sánchez. Con traductor a su lado y mucha expectación mediática, el empresario británico ratifica la inversión y anuncia su deseo de que Jerez sea su "base en Europa". La producción arrancará en marzo de 2011 tras una inversión de 57 millones y hay interés a la hora de que Zona Franca de Cádiz participe para facilitar la exportación de los vehículos a África y Latinoamérica, los mercados potenciales de una empresa, comentan, con sedes centrales en Londres y Pekín. Aumenta el caché y la expectación por esta inversión polémica desde sus orígenes. La empresa pasa a ocupar una oficina en la calle San Agustín, antigua sede de Afinsa, aquella estafa filatélica que afectó a cientos de incautos. Llega agosto y se firma la cesión de 40.000 metros cuadrados de suelo expedito en parcelas municipales de la Ciudad del Transporte. Ojo a la localización porque el dato es relevante, como comprobaremos más adelante. Regresa Al-Zahawi a la sala de prensa y, en esta ocasión, ya habla sin pudor de crear en su supuesta nueva fábrica, primero, 800 empleos directos para llegar, luego, a 3.000 puestos de trabajo. La inversión prevista sube como la espuma hasta los 92 millones. La alcaldesa se felicita y felicita a los jerezanos por haber atraído la inversión. Los currículos llegan por cientos a la vieja sede de Afinsa. No hay respuesta.

Entramado societario 

En ese mismo mes se produce un cambio significativo en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme). El 24 de agosto de 2009, Madara Propiedades, una empresa inmobiliaria que opera en la costa del Sol constituida en 2006, cambia de denominación social y pasa a llamarse Zahav Auto Industry España SL, con capital suscrito y desembolsado de 3.006 euros y con domicilio en Marbella, calle Jacinto Benavente, 32, edificio Los Pinos. Una calle marbellí en la que también tiene su sede social el motoclub 'Los Mentirosos'. El objeto social de Zahav Auto Industry es, según reza en el Borme y en la web empresarial axesor, "instalar en España una factoría para ensamblar los vehículos a motor de la marca Zahav y a dichos efectos adquirir el suelo necesario para la instalación de dicha factoría, adquisición a realizar en la provincia de Cádiz (...). En la Clasificación  Nacional de Actividades Económicas aparece el objeto social como "mantenimiento y reparación de vehículos a motor" y su socio y administrador único pasa a ser desde el 23 de julio de ese mismo año Raad Fadhil Shakir Al-Zahawi, que sustituye a Spence Clarke Fiduciary SL, antiguo administrador de Madara.

Curiosamente, el registro mercantil malagueño también ofrece otra sociedad denominada Zahav Automóviles, una empresa que se dedica, según axesor, a la "compraventa, importación y exportación de vehículos, tanto de pasajeros como de carga y transporte, fabricación, ensamblajes de los mismos y todo lo pertinente y concerniente a dichas instalaciones y su comercialización y transporte, compra, venta, construcción y promoción". Esta empresa, con 60.200 euros de capital suscrito, se constituyó en noviembre de 2007, tiene su domicilio social en la calle Casas de Campos, en Málaga, y su administrador único es  Miguel Pérez Núñez. Tiene 24 incidencias con Hacienda y la Seguridad Social, y aparentemente no tiene nada que ver ni con Zahav Auto Industry, ni con Al-Zahawi, ni con Mesia Salí. No obstante, las coincidencias son más que sospechas. Un dato que se corrobora al preguntar por este cruce de empresas de nombre idéntico a un profesional estrechamente vinculado con la puesta en marcha de la planta de ensamblaje en Jerez, que asegura haber cobrado de Zahav Auto Industry bajo la denominación de Zahav Automóviles. Prefiere preservar el anonimato pero sostiene que sigue vinculado a un proyecto que "si antes iba a 200 por hora, ahora apenas llega a los 50". "Te puedo decir que el proyecto aún no ha muerto, pero va a trompicones". La coincidencia la confirma el ex consejero de Innovación, Martín Soler, quien en una sesión del Parlamento andaluz de 28 de julio de 2009, en respuesta a una pregunta de IU, replica: "La empresa Zahav Automóviles fue constituida en Málaga, en noviembre de 2007. En diciembre de ese mismo año presentó un proyecto a la Orden de Incentivos (...), consistente en la instalación de una planta de ensamblaje de todoterrenos. El proyecto prevé crear una inversión total de 50 millones y prevé crear 540 empleos (...) En estos momentos -decía entonces el antiguo consejero- parece existir un acuerdo con el Ayuntamiento de Jerez. Si fruto del mismo se concreta definitivamente el proyecto, éste será analizado con detenimiento, y si se ajusta a la norma, y cumple con todos los requisitos, podría obtener un incentivo". El uso del condicional que emplea Soler no es casual. El 'podría' ya denota la desconfianza que la propia Junta ha venido  mostrando hacia el proyecto en todos estos años.

Pilar Sánchez aprovecha los suelos de la Ciudad del Transporte a los que se iba a trasladar  Saint-Gobain Vicasa tras cerrar la fábrica de botellas y se los adjudica a Zahav con unas condiciones inmejorables. Un alquiler de apenas 3.000 euros al mes con carencia los dos primeros años y una opción de compra durante los diez primeros a 45 euros el metro, un 50% por debajo del valor real de mercado. No es de extrañar que Vicasa reproche al gobierno local el "incumplimiento" del convenio pactado para el traslado: por su "inactividad" a la hora de ofrecer suelo industrial y por el hecho de que, con posterioridad, haya buscado terrenos para Zahav "a un precio sensiblemente inferior al fijado para Saint-Gobain", según reza en la alegación presentado para mantener el uso residencial de los suelos de la vieja fábrica de la avenida de Arcos.

Un proyecto imparable

El caso es que pasan los meses y en enero de 2010 el consejo de Emusujesa, la empresa municipal de suelo, cierra definitivamente la cesión de 120.000 metros cuadrados de suelo para Zahav Auto Industry en las ventajosas condiciones ya citadas. La multinacional dice ahora, sólo medio año después y en plena recesión económica, que invertirá 119 millones de euros y que su fábrica estará operativa a primeros de 2011, justo antes de las elecciones municipales. El número de empleos a crear, como por arte de birlibirloque, se retrotrae en esta ocasión hasta los 560 puestos directos. Al-Zahawi asegura entonces que "si generamos empleo y riqueza, será también consecuencia del empuje e interés de la alcaldesa". Curiosamente, en este momento el PP apoya un proyecto que había minado de dudas porque, argumentan sus consejeros en Emusujesa, "por nosotros no va a quedar, ya que lo que queremos es que salga adelante". Mesia Salí, que ha sufrido todo tipo de ataques de la oposición, empieza a respirar tranquilo porque ha logrado aglutinar los apoyos políticos suficientes. Incluso lleva a miembros de IU a su oficina para explicarles con detalle su proyecto. No obstante, éstos acusan al PSOE de "inflar" la inversión con fines electoralistas y piden "más cautela". 

Con la ilusión de poner la primera piedra, que nunca llega, Pilar Sánchez visita en marzo de 2010 los terrenos y la empresa promete ensamblar 100 todoterrenos diarios hasta producir 30.000 unidades al año. Ahora se habla, según está publicado, de importantes sucursales de la compañía en China, Egipto, Irán, Iraq, Rusia, Armenia, Nigeria, Marruecos, Jordania, Ucrania, Turquía, Arabia Saudí... El imperio de Zahav sigue creciendo de forma exponencial en boca de sus promotores, pero lo cierto, reconocen fuentes del sector automovilístico de máxima solvencia, es que, para no irnos muy lejos, "en Marruecos el sector del automóvil no conoce a Zahav; lo hemos corroborado con todo el mundo y nadie les conoce". 

El lío de las ayudas: ¿capítulo final?

Las obras no arrancan pero en mayo confirman con Industria que han logrado 3,5 millones de euros dentro del paquete de ayudas del Plan de Reindustrialización. Las pierden al no poder justificarlas. Al año siguiente, en el presente ejercicio, tampoco tendrán acceso a las mismas. Siguiendo el orden cronológico, Zahav vuelve a asegurar en noviembre de 2010 que su planta estará operativa en primavera de 2011. El PP denuncia que en el estudio de impacto ambiental de la inversión presentado al Gobierno andaluz sólo se habla de crear 26 empleos en la primera fase.  Hasta Jerez y sobre el terreno aparece el director general de Industria, Jesús Candil, y confirma off the record: "Hasta que no veamos los coches salir por la puerta no habrá ni un euro". Públicamente, se reafirma en que "Zahav no es una empresa fantasma". Hasta hoy. La diputada Mamen Sánchez ha corroborado que se les han denegado las dos solicitudes que había concedidas de forma inicial en los dos últimos años al no poder justificarlas. En la petición para este mismo año, la Junta (a través de la Agencia IDEA) era muy franca en su comunicado de febrero a la Diputación: "Creemos que debemos trasladarle a Industria que están dentro por el compromiso que adquirieron, pero hay que considerar que quizás, de nuevo, nos quedamos con 3,5 millones colgados".  

Más tarde, en marzo, Candil visita los terrenos de Zahav y comunica que tendrán 3,5 millones en ayudas y que de las 21 empresas que recibirán ayudas a la reindustrialización en Jerez, ésta es la que creará más empleos: 43. Una diferencia sideral frente a los sucesivos anuncios lanzados por la firma. Por si fuera poco, se habla de que en este año Zahav invertirá 15,51 millones, lo que en teoría justifica que obtengan el máximo de ayudas. Visto lo visto, incapaz de cumplir con los pagos al constructor de su nave industrial, el propietario del grupo jerezano Masol al que adeudan 2,4 millones, Industria vuelve a cancelar la ayuda para el presente ejercicio, tal y como predijo la Junta que ocurriría. Mesia Salí da recientemente un nuevo plazo y jura y perjura que, pese a no haber recibido un euro en ayudas, su planta estará operativa a finales de 2011-principios de 2012. Sin embargo, estos últimos acontecimientos no han hecho más que precipitar el posible final de una  macroinversión que todo indica que habrá pasado de milagro a pufo en sólo tres años. Tres larguísimos años. 

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