Poco ha durado. La fuente de la plaza del Arenal, que hace un mes fue reparada por Aqualia tras una inversión de 130.000 euros, dejaba de funcionar la madrugada del martes después de que trataran de robar las boquillas de bronce de la que emanaban los chorros de agua. Una de ellas amaneció forzada y doblada. En el intento, los cacos tiraron del cableado y fue por ahí por donde se filtró el agua hacia los componentes electrónicos que controlan la frecuencia y altura del agua además de otros elementos. "Es una pena que por una minoría la fuente deje de funcionar. Desde el equipo de gobierno queremos hacer un llamamiento a la ciudadanía para cuidar nuestras infraestructuras", decía ayer José Antonio Díaz, teniente de alcaldesa de sostenibilidad. El responsable municipal explicó que "en un comercio que abrió a las seis de la mañana no han visto nada, así que debió ser antes de esa hora después de la una de la madrugada". El asunto se encuentra en manos de la Policía Nacional tras la denuncia interpuesta por el Ayuntamiento. Agentes del CNP se personaron al mediodía para tomar huellas de los elementos manipulados.

"Si no se encuentran averías ocultas, el coste de la reparación podría llegar a los 6.000 euros", adelantaba Díaz, quien dejaba constancia de que "se trata de un primer diagnóstico". El gerente de Aquajerez, Enrique Reina, señalaba que "lo importante es que la fuente vuelva a funcionar", y que el coste repercutiría sobre el Ayuntamiento "porque se trata de una instalación municipal". La propia alcaldesa, Mamen Sánchez, reconocía ayer que "si se arregla, habrá que buscar la partida de otro sitio y será un dinero que deje de invertirse en otra cosa. Aqualia no tiene obligación de arreglar". En cualquier caso, Reina matizó que "quizás se puedan aprovechar las piezas si pasan por un horno de secado, porque se ha atajado el problema rápido". Durante el día de ayer, técnicos estuvieron inspeccionando el cuadro eléctrico para conocer el alcance de los daños que dejaron inutilizada la fuente.

Desde la Asociación de Vecinos del Centro Histórico, si bien puntualizando que su área de influencia acaba en la antigua muralla (calle Consistorio), su presidente, Alejandro González, lamentaba que el de ayer se trata de "un caso más de dejación que es inconcebible en otras ciudades, porque aunque no se puede vigilar 24 horas, no se entiende que se haga en plena plaza del Arenal sin que nadie vea nada". Al menos, "esta vez el Ayuntamiento ha denunciado, no como en el caso del robo de las losas de piedra de Tarifa de la calle Campanilla. No podemos hablar de una banda organizada, pero sí de que saben a lo que van. Éste es un caso más".