Esperanzas renovadas para las trabajadoras de Bouncopy tras la reunión que mantuvieron ayer por la mañana las miembros del comité de empresa con la delegación de Fomento Económico, en donde les comunicaron que el Ayuntamiento ha puesto en contacto a Bouncopy con otra empresa de telemarketing, de la que no se han querido dar nombres, que estárían negociando las condiciones de venta de la empresa.

Según señaló Isabel Sánchez, presidenta del comité, tras esta reunión, "no nos han dicho ni sí ni no, siguen negociando y, hasta cierto punto el que sigan negociando es tener puertas abiertas, pero conociendo a Ezequiel (Navío, propietario de Bouncopy), si supiéramos que era otra persona a lo mejor veríamos más positividad en todo esto, pero al estar negociando con una persona que es cuadriculada todavía tenemos un poco de miedo todavía. No queremos crear falsas expectativas a nadie, es una cosa que está ahí pero no hay nada firmado".

Así y todo, las trabajadoras saben que la negociación será dura, porque como señala la presidenta del comité, la empresa que venga se tiene que hacer cargo también de la deuda. "Todas las que hemos ido saliendo conforme han ido desapareciendo las campañas lo hemos hecho con una mano delante y otra atrás, aquí nadie nos ha pagado, así que la empresa que viniera se tendría que hacer cargo de eso".

Mirando el vaso medio lleno, y pensando que las negociaciones puedan llegar a buen puerto, Isabel Sánches se muestra optimista y reconoce que "puede haber la posibilidad de que los 300 afectados por el ERE puedan volver a trabajar", si bien indica que hay trabajadoras, más de cincuenta, ya recolocadas en la empresa de teleasistencia Qualytel y, llegado el caso, "supongo que esos ya tomarán una decisión, de si se quieren quedar allí o no, porque tampoco conocemos la empresa que va a entrar", afirma. Así y todo, Isabel indica que "sabemos que van a intentar seguir llamando, lo que pasa es que Qualytel ahora está teniendo problemas en una de sus campañas y supongo que intentarán solucionar sus problemas y luego nos echará una mano".

Lo que sí está claro es que la nueva empresa que pudiera entrar tendría que renegociar por las instalaciones de Dios Baco, de propiedad privada, ya que pertenecen a Bodegas Páez Morilla, o bien tratar con el Ayuntamiento el tema de la cesión de otras instalaciones.

Mientras se mantuvo esta reunión, cerca de 50 trabajadores de la empresa volvieron a manifestarse a las puertas del Ayuntamiento, con pancartas y carteles en el que responsabilizaban al gobierno local del PSOE y a la alcaldesa, Pilar Sánchez, de la situación en la que se encuentran. Así, se podían leer proclamas como "ahora que te presentas a la alcaldía, querrás nuestro voto ese día". Junto a ellas, los trabajadores eventuales de Cojetusa también estuvieron presentes a las puertas del Consistorio.