40 aniversario de la fundación de Fedejerez

Babé pide a las bodegas un "cambio de mentalidad" y "más coherencia"

  • Critica el precio al que se venden algunos vinos y apela a la "unidad y lealtad" de las empresas en un "momento crucial". "Hace falta más congruencia entre lo que se dice y lo que se hace".

Foto de la gran familia de Fedejerez junto a representantes del sector bodeguero y empresarial ayer en el patio de la Casa del Vino.

Foto de la gran familia de Fedejerez junto a representantes del sector bodeguero y empresarial ayer en el patio de la Casa del Vino. / pascual

El Gobierno de Adolfo Suárez instauró en el inicio de la Transición la libertad sindical tras la disolución del Sindicato Vertical, única organización sindical autorizado en España durante las cerca de cuatro décadas (1940-1977) que duró el régimen franquista y a la que estaban obligados a afiliarse por ley todos los trabajadores y empresarios. Hasta entonces, la representación empresarial del sector de las bebidas la ostentó el Sindicato Nacional de la Vid, Cervezas y Bebidas Alcohólicas, en el que las bodegas de Jerez, con gran peso en las exportaciones españolas, llevaban la voz cantante.

Con el cambio de régimen, las bodegas del Marco impulsaron hace ahora 40 años la constitución de Fedejerez, una de las primeras organizaciones empresariales de la democracia española y socio fundador de la Federación de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), el sector industrial más importante de España y para el que soplan vientos favorables.

Pero se avecina una década de cambios vertiginosos que requieren un "cambio de mentalidad", motivo por el que el presidente de Fedejerez, Evaristo Babé apeló ayer en su discurso de conmemoración del 40 aniversario de la constitución de la federación a la "unidad" y a la "lealtad" entre las bodegas y hacia la institución que preside para mantenerse en primera línea. "Es un momento crucial" en el que "hace falta más congruencia entre lo que se dice y lo que se hace", manifestó Babé, quien aludió expresamente a la incoherencia de los precios a los que venden algunos vinos de Jerez.

El acto conmemorativo celebrado ayer en la bodega de San Ginés contó con la asistencia de las bodegas asociadas -grandes, medianas y pequeñas- y los responsables del Consejo Regulador; así como del presidente la FIAB, Mauricio García de Quevedo; el presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz, Javier Sánchez Rojas, los ex presidentes de Fedejerez, Sixto de la Calle, Luis García y Ángel Lebrero; y el ex director durante muchos años de la patronal bodeguera, Juan Luis Bretón.

En su discurso, Babé reconoció la labor de sus antecesores en el cargo -junto a los tres ya reseñados que asistieron al acto hizo mención a Juan Puerto, Francisco Valencia y al triunvirato integrado por González Byass, Osborne y Sánchez Romate-, así como la de los directores -Eulogio Ingelmo, el ya citado Bretón y Bosco Torremocha-.

El presidente de Fedejerez tuvo palabras de reconocimiento también para otras personas por su implicación en la defensa del sector, caso de Juan Puerto (Domecq), Arcadio Saldaña (González Byass) y Rafael Balao (Lustau), así como Manuel Rodríguez Molina (del lobby del jerez en Bruselas).

En su repaso a las cuatro décadas de Fedejerez, Babé destacó cinco factores decisivos en la evolución del sector del vino en este periodo, caso de los cambios de propiedad de muchas empresas "que eran impensables en 1977" -Domecq, Garvey, Sandeman, Croft, Palomino y Vergara, Bobadilla...-, unas ya desaparecidas y otras, "afortunadamente", absorbidas por otras bodegas.

La incorporación de España a la CEE en 1986 tuvo su lado positivo, pero también sus efectos negativos como la desaparición de la desgravación fiscal a la exportación y los "radicales" incrementos de fiscalidad que la acompañaron.

En tercer lugar, Babé aludió a las nefastas consecuencias de la obsesión por el volumen que se marcaron como prioridad muchas bodegas a partir del año 77 y las consiguientes disputas internas por quitarle cuota de mercado a toda costa al competidor más próximo.

A su juicio, los dos últimos factores decisivos son la enorme dificultad de modernizar el marco sectorial de las relaciones laborales los "enormes daños colaterales" que implicaron para el sector tanto el auge como la caída de Rumasa.

De cara al futuro, el presidente de Fedejerez señaló que el jerez "es un sector privilegiado por la excelente y exclusiva calidad de sus vinos, por el valor de su marca, por su patrimonio material e inmaterial y con un nivel de internacionalización que ya quisieran otros sectores".

En este sentido, añadió, "las empresas, que han pecado de un exceso de confianza en las instituciones tanto del sector como públicas para que les solucionen los problemas, tienen la responsabilidad de cambiar en un momento crucial para adaptarse a toda velocidad en los próximos diez años que van a pasar muy rápido" . Y para ello, apostilló, "son imprescindibles la unidad y la lealtad entre las empresas y hacia la federación".

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