A rienda suelta

Bienestar social

 HARÁ cerca de un año, por estas fechas, un reportaje del Diario presente hablaba de la violencia de género y los ‘protagonistas olvidados’, los jóvenes. Aquellos que sufren las consecuencias más drásticas por sus padres que, Dios los coja confesados, no tienen el derecho de llamarse así si estos pequeños más bien acaban heredando de ellos todo lo malo, cual cuervos. Tampoco es que los hijos sean unos santos. La palabra vandalismo o gamberrismo se atribuye a ellos, que por hacer incluso la gracia provocan daños en la sociedad que ni la educación y propuestas de la delegada de Bienestar Social puede reparar. Una cosa es cierta:por lo menos, para buscarle el punto positivo, estos niños cuyos padres se divorcian o se maltratan el uno al otro llegando a lamentables y drásticos finales, han tenido la oportunidad de vivir. Diferente es el caso de noticias que hacen su aparición. Madres que no queriendo serlo tratan a sus recién nacidos como basura, y a ella que van a dejarlos. 

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