Dieciséis años después de aquella primera vez, la Peña La Bulería regresaba al Teatro Villamarta para participar en el tradicional espectáculo navideño que cada año, desde 1999, organiza la Federación Local de Peñas Flamencas. Lo hizo con una propuesta sencilla, sin alardes de ningún tipo y con una estructura bien pensada que mantuvo la atención del público de principio a fin. Sólo el último tramo, con excesiva bulería (alguna innecesaria) resultó algo más pesado.

Al contrario de lo que hemos venido viendo últimamente en el teatro, el montaje sólo concedió el protagonismo como solistas a personas contadas, evitando así caer en el error de que todos los integrantes del coro tengan que cantar forzosamente un villancico en solitario. Para ser solista hay que tener un nivel, no vale cualquiera, y en eso, La Bulería, en la figura de su responsable artístico Juan Garrido, acertó de pleno, otorgando el sitio a quien lo tenía que dar.

Fue una noche larga, de casi dos horas de duración, en la que sonaron muchos villancicos que Parrilla, Juan Pedro Aladro y todo ese equipo de personas que hicieron posible la saga 'Así Canta Nuestra Tierra en Navidad' devolvieron a la vida. Muchos de ellos, como 'Doncella preñada' o 'Viva la Nochebuena', poco habituales. No obstante, el público demandó una vez más los pilares clásicos de la Nochebuena de Jerez: Calle de San Francisco, El Marinerito, Los Caminos se hicieron...., que no aparecieron. Sólo Debajo de la hoja, con el que se abrió el espectáculo, y 'Los Quintos mare' (que se acompañó, en una apuesta original, por el baile de Carmen Herrera y Fernando Jiménez) salieron del proscenio del teatro y fueron acompañados por el patio de butacas. Es lo que la gente quiere, cantar.

A veces da la sensación de que hacer 'Una pandereta suena' o algunos de los anteriormente citados es algo anacrónico, cuando son la esencia de la Navidad de Jerez.

Pero comentarios al margen, 'La Bulería en Navidad', como se tituló el montaje, cumplió con las premisas que debe tener un espectáculo de este tipo. Con el teatro a reventar, el coro de voces pareció por momentos como si de un disco se tratase, es decir, demostró coordinación, afinación y muchas tablas. Sin olvidarnos de las guitarras, Jacobo Peña y Domingo Rubichi, que rescataron las falsetas más clásicas, siempre con Parrilla como estandarte, y por supuesto, las panderetas y la zambomba, que no fue el elemento decorativo de otras veces.

En ese discurrir de villancicos hubo varios momentos álgidos. El primero llevó el sello de uno de los grandes descubrimientos que ha dejado 2017, José 'El Berenjeno'. Este joven cantaor ya mostró en la Fiesta de la Bulería unas condiciones, que el sábado volvió a presentar, y además con una evolución importante. Y eso que la enmienda era 'Rumores de un pueblo', asociado a la voz de José Mercé. El Berenjeno se lo llevó a su terreno y con ese vozarrón inmenso cautivó al público.

También lo hizo Eva Rubichi, otro ejemplo de superación. Puede ser una de las cantaoras que más montajes de este tipo en Villamarta acumula, y cada año mejora. Le tocó 'Esperando la Navidad' de Fernando Terremoto, una composición en la que hace falta, al margen de una buena voz, facultades y experiencia. Todo lo reunió, no en vano se llevó las palmas por bulerías del respetable tras su intervención.

De cualquier modo, el momento de la velada fue para Fernando Soto y La Macanita, dos artistas, sí artistas con todas sus letras. Ambos prepararon el popular 'Al pasar por Casablanca', aunque a modo de diálogo. Un acierto en la elección y en la ejecución. Dominaron la escena en todo momento y encendieron la llama en el público, que disfrutó como nunca. No fue su única aparición, ya que posteriormente, Fernando volvió a brillar con su aire de bulerías, igual que Tomasa, que brindó su 'Orillo, orillo' "a Parrilla y Moraíto".

Las aportaciones individuales se completaron con José Carpio. El Mijita ha ganado enteros en los últimos años y con ese metal tan suyo interpretó con arte 'Quiero ver a mi niño bonito', que pausó y amoldó a su cante.

En el tramo festero, Juanillorro levantó los aplausos y los olés con su portentosa garganta, y sus pataítas. Un toque fundamental para entender lo que es La Plazuela. También aportó su grano de arena Antonio 'El Cañero'. Con letras alusivas a la Navidad, el patriarca Cañero estuvo en su sitio, y todo lo que hizo, lo hizo bien. Su compás invitó a la fiesta a Pepe El Zorri, otro fuera de serie cuya gracia es incomparable. Su baile eléctrico y sentido fue como una bocanada de energía para el público.

La fiesta se prolongó con replantes de unos y otros y cantes de La Macana, El Berenjeno o El Mijita, que sacaron lo mejor de sí al baile de Carmen Herrera y Fernando Jiménez, siempre con un sonido perfecto, que nada tuvo que ver con lo que sucedió el viernes, y eso que era la misma empresa. Cosas del directo.

La críticaLa bulería en Navidad

Coro: Mila Méndez, May del Cañero, Rocío del Cañero, María del Cañero, Eva Rubichi, Carmen Herrera, Ana Parrilla, Pepe El Zorri, Juanillorro, Antonio 'El Cañero', José El Berenjeno y Fernando Jiménez. Zambomba: Enrique Soto. Guitarras: Jacobo Peña y Domingo Rubichi. Artistas invitados: Tomasa Guerrero 'La Macanita', Fernando Soto y José Carpio ‘El Mijita’. Dirección artística: Juan Garrido. Día: 9 de diciembre de 2017. Lugar: Teatro Villamarta. Aforo: Lleno.