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Jerez

Cadenas en el colegio de La Ina impiden la entrada de los alumnos

  • Las clases se retrasaron hora y media al estar cerrados los accesos con candados

  • La Ampa del centro, contraria al cambio del instituto de referencia, pide calma a los padres

Alumnos de La Ina, entrando en el colegio, una vez que pudieron abrirse las puertas, en presencia de la Policía Local.

Alumnos de La Ina, entrando en el colegio, una vez que pudieron abrirse las puertas, en presencia de la Policía Local.

Las clases se retrasaron ayer hora y media en el colegio de La Ina al aparecer las cuatro puertas del centro cerradas con cadenas y candados, que impedían la entrada de profesores y alumnos. El conserje se encontró con esta situación a primera hora de la mañana, cuando llegaban los primeros alumnos para entrar en su horario habitual, a las ocho y media. Los hechos fueron notificados a la delegación municipal de Educación, que envió empleados de mantenimiento para cortar las cadenas y no fue hasta las 10 de la mañana que se pudo acceder al centro. Mientras tanto, dado que empezaba a llover y por el riesgo que suponía la concentración de alumnos a la entrada de un colegio que está al borde de la carretera, el delegado de Alcaldía, Carlos Vidal, ofreció el centro de barrio para que los niños esperasen en esas instalaciones.

El colegio de La Ina es uno de los afectados por los cambios del instituto de referencia planificados por la delegación territorial de Educación y la Ampa viene manifestando desde hace semanas su oposición, debido a que el colegio se adscribiría al instituto de La Barca y no al Fernando Quiñones, como hasta ahora, lo que supondría que los alumnos tengan que realizar muchos más kilómetros cada día. La Ampa mostró ayer su rechazo a los hechos ocurridos, que enmarcó claramente en el malestar que ha creado Educación con su decisión, y señaló que "los ánimos se han ido calentando" con las últimas declaraciones del delegado territorial de Educación, Juan Luis Belizón, en las que manifestó que las nuevas adscripciones vienen motivadas por criterios pedagógicos. "No podemos entender qué criterio pedagógico justifica la ampliación de kilómetros en transporte al alumnado que ya realiza casi 45 kilómetros diarios".

No obstante desde la Ampa, que ha llevado el problema de las adscripciones al Defensor del Pueblo Andaluz, se pidió a los padres y madres que "se tranquilicen y que recurran a otras vías para continuar con las protestas, aunque entendemos el descontento con la situación, pero hay que mantener las formas". Agregaron que están reivindicando "lo que consideramos justo para la educación de nuestros hijos, sobre todo cuando pretenden que parte del alumnado del centro realice más kilómetros al día o separar a hermanos. La Junta sigue sin querer tener en cuenta estas circunstancias". En este sentido, volvieron a reclamar al delegado que "ponga fin a esta situación por el bien del alumnado, para mantener un buen clima en el centro y que nuestros alumnos no se vean perjudicados". La Ampa anunció que "continuaremos con las reivindicaciones en la misma línea que venimos haciendo, pero no podemos controlar al resto de padres y madres del centro ni hacernos responsable de los actos que otros realizan".

El delegado de Alcaldía de La Ina, Carlos Vidal, que en todo momento ha respaldado las reivindicaciones de los padres, se desplazó hasta el centro cuando fue avisado por los vecinos y el conserje y puso los hechos en conocimiento de la delegación de Medio Rural. En la misma línea que la Ampa, pidió "calma para no enturbiar las reivindicaciones que se vienen haciendo". Vidal aseguró que "entiendo el enfado y descontento generalizado que existe, puesto que no se está dando una situación justa con el centro, ya que venimos sufriendo recortes y cambios año tras año, pero no se debe recurrir a estas prácticas". Criticó, sin embargo, la "nefasta planificación de Educación. No podemos estar a expensas de los cambios que la delegación decida cada año", al tiempo que instó a la Junta a que "actué con sentido común y no obligue a los alumnos a realizar más kilómetros de los que ya hacen".

Hay que recordar que en septiembre de 2015, el colegio apareció también con candados en su puertas que obligó a requerir la presencia de los bomberos para que los alumnos pudiesen acceder a las clases. El colegio estaba entonces inmerso en otro conflicto, por la negativa de la Junta a facilitar transporte escolar a dos alumnos de Primero de ESO, una decisión que para el Ampa respondía a la intención de Educación de forzar la reducción de las matriculaciones en los llamados centros Semi-D, hasta su desaparición.

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