Jerez

Calentamiento mental (I)

NUESTRO planeta se va quedando cada vez más pequeño. La globalización de todo, es un hecho incontestable, con sus ventajas e inconvenientes -bastante más de lo primero que de lo segundo-, pero sin posibilidad alguna de vuelta atrás.

Por lo que se refiere al cansino "calentamiento global", supuesto responsable de uno de los insufribles coñazos con los que hemos de convivir a diario, por empeño de unos e interés de otros, el famoso "cambio climático"; he de decirles que ni el asunto es como nos lo hacen ver, ni cuando nos lo hacen ver ni el porqué es el que nos dicen que es.

Las memeces que se pueden escuchar estos días no me llaman tanto la atención como el hecho, sorprendente, de la ingente cantidad de personas que se las tragan "a pies juntillas".

Miren, la unidad de tiempo que se usa en geología -la ciencia que estudia la constitución, origen y materiales de la Tierra, nuestro planeta- es de un millón de años, ¡un millón de años! Para hacerse a la idea, cosa nada fácil por cierto, de lo que puede suponer "un millón de años", les sugiero que realicen un pequeño ejercicio. Comiencen a contar: uno, dos, cinco, sesenta, cien, seiscientos, mil, mil novecientos setenta y seis (es el tiempo que hace que nació Cristo), dos mil, cinco mil, diez mil, 12.375, 15.987, 23.001, 32.087… ¡vaya, si aún no hemos llegado ni a 50.000! y luego vienen los otros 50.000 que quedan para llegar a 100.000, y… vuelta a empezar para llegar a…200.000, pero aún quedan los 300 y 400 y… así hasta… ¡¡¡¡un millón de años!!!! ¿Hemos llegado ya…? ¡noooo!, a donde hemos llegado es a… ¡la primera unidad!

Bueno, pues eso, que cuando nos referimos a cualquier fenómeno que afecte con carácter general a nuestro planeta, bien sea hablando de geología, de climatología global, o de paleontología; lo que en una vida humana generosa -cien años- pueda suponer un minuto, equivale a un millón de nuestros años en la vida de la Tierra.

Teniendo en cuenta estos parámetros, párense ustedes a pensar en la sarta de estupideces con las que tratan de convencernos. Por ejemplo, eso de que si no cambiamos drásticamente nuestro modo de vida, en diez años -han escuchado bien: ¡¡diez años!!- la evolución del clima en nuestro planeta será irreversible. Esto lo ha dicho el payaso de Al Gore, un mediocre impresentable incapaz de alcanzar el liderazgo que le obsesiona en leal competencia con los demás, viéndose por ello relegado y "obligado" a recurrir a logísticas estrambóticas, aunque bien meditadas y muy inteligentes, como la de convertirse en el gran "guru" del la lucha contra el "cambio climático".

Hoy en día, la ciencia no dispone de la tecnología suficiente como para poder predecir, de modo fiable, lo que va a pasar con el clima global del planeta en los próximos años y muchísimo menos, en los próximos siglos.

Es obvio que todos debemos cuidar el entorno natural. Es evidente que debemos ser respetuosos con el medio ambiente. Por educación, prudencia, respeto y sentido común, no debemos ni podemos ensuciar o contaminar la Naturaleza, ni se puede consentir un desarrollo industrial incontrolado sin que antes seamos capaces de reciclar los residuos contaminantes, ni es permisible el uso desproporcionado y abusivo de plásticos, productos químicos, pesticidas, abonos químicos, detergentes, etc… Esto es así y nadie, con dos dedos de frente y cerebro tras ella, puede decir lo contrario.

Otro asunto muy distinto es que nos quieran hacer creer que a causa de la actividad humana el nivel del mar va a subir medio metro en cincuenta años, o que la temperatura media se va a incrementar un grado en el año 2050, o que el hielo de los polos se va a derretir a una velocidad escalofriante o que los océanos del planeta se van a convertir en aguas estancadas a final de este siglo. Todo esto son puras estupideces sin la más mínima base científica seria. Así de claro.

¿Se acuerdan del agujero de ozono?, ¿a que hace mucho tiempo que no oyen hablar de él?, ¿porqué, si hace apenas cinco años los "enteraos" de siempre nos decían poco más que íbamos a tener que salir con traje protector para no sufrir cáncer de piel? Muy sencillo, el agujero de ozono ha existido siempre y la oscilación de su tamaño no se sabe con exactitud de que depende. Mientras no tenían otra cosa, era lo que había y debían explotarlo como fuese. Ahora, los papafritas de turno, han encontrado otro "argumento" nuevo con el que calentarnos la cabeza, aumentar sus ingresos y su poder, y alterar un "statu quo" que no les conviene: "el calentamiento global". (Continúa)

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