Un puesto de trabajo para los próximos tres años. Eso es lo que busca desesperadamente Luis Mariano Gismero, un madrileño de 40 años afincado en Jerez desde hace cuatro y medio que está dispuesto a donar un riñón o parte de su hígado si consigue un empleo que le permita pagar la manutención de sus dos hijas, al menos hasta que la mayor de ellas, de quince años, cumpla la mayoría de edad.

Luis Mariano, divorciado desde 2010, perdió su último empleo en marzo del año pasado, fecha desde la que no ingresa la manutención a sus hijas de 15 y 13 años -aparte tiene otro hijo de 21 años-, quienes viven en Madrid con su exmujer. A razón de estos impagos, su exesposa no para de interponer denuncias contra su persona para que abone los 300 euros mensuales que le corresponde abonar por la pensión alimenticia de sus dos hijas.

En los próximos meses acudirá a juicio por los impagos de la manutención, del que podría salir condenado a seis meses de cárcel, aunque Luis Mariano confía en evitar la entrada en prisión debido a su condición de desempleado, ya que no tiene ningún tipo de ingreso desde el año pasado.

Los hermanos de este madrileño, con uno de los cuales vive en Jerez, le ayudan económicamente todo lo que pueden, aunque Luis Mariano confiesa que "así no puedo estar" y califica su situación de "acoso y derribo". "Lo único que quiero es encontrar un trabajo y que mi exmujer me deje en paz", y matiza que "quiero dejar claro que sólo busco un empleo, porque habrá quien crea que pido dinero, y no es así".

Tras catorce años casado, el matrimonio de Luis Mariano tuvo un desenlace tormentoso, ya que "cuando vivía en Fuenlabrada, no paraban de acosarme y llamarme al telefonillo, por eso me vine a Jerez. Además, estuve trabajando cinco meses en Argelia, y al llegar ya tenía tres denuncias de mi exmujer. Así no puedo seguir". Para mal de males, la exmujer de Luis Mariano le denunció hace unos cuatro años acusándolo de haberla maltratado durante el tiempo que estuvieron casados tanto física como psicológicamente, causa por la que tras el juicio pertinente y la declaración de su hijo mayor -de 21 años- fue condenado a un año de cárcel. Tras testificar en su contra, el hijo mayor de Luis Mariano, quien vivía en esos momentos con su madre, fue "echado a la calle" por la exesposa del madrileño.

Esta situación ha llevado a Luis Mariano a tomar la decisión de donar alguno de sus órganos a cambio de empleo, y es que está decidido a entregar uno de sus riñones, parte de su hígado o incluso "parte de la médula ósea", si consigue el ansiado trabajo que le permita pagar la manutención de sus hijas.

Este madrileño es carpintero encofrador, aunque durante su vida laboral ha trabajado como montador de muebles, conductor de furgonetas e incluso tiene el permiso BTP y en breve comenzará a colaborar con Cruz Roja, aunque de manera gratuita.

A la espera de que llegue la temporada de la vendimia para poder trabajar algunos días, lo que le dará "para hacer la compra de un mes", Luis Mariano espera que su 'oferta' surta efecto y pueda encontrar trabajo.