María Luisa Sereno lleva toda una vida dedicada al baile. Fue alumna de Cristóbal ‘El Jerezano’, en aquella famosa academia que tenía en La Plazuela, y creció atentiendo las lecciones de maestros como Angelita Gómez, Juan Parra o La Tolea. En los últimos años ha sido la rama formativa la que ha preponderado en su vida, dejando a un lado su lado más artístico. Fue entonces cuando Javier Latorre la rescató para el Festival de Jerez, una decisión que supuso un punto de inflexión en su carrera.          

–Así que fue Javier Latorre quien la devolvió a la escena...

–(Risas) Sí, la verdad es que llevaba mucho tiempo sin subirme a un escenario y bueno, él me llamó, me convenció y salí a hacer una pincelada. Fue ahí cuando me di cuenta que tenía que cambiar, que lo mío era el escenario. 

–Y a partir de ahí ha vuelto usted a recuperar el sitio....

–Sí. Yo lo peor que hice fue que mezclé lo profesional con lo personal, por eso decidí dejar los escenarios. No me encontraba bien conmigo misma y muchísimo menos en el escenario. Bailaba, pero por dentro no era yo.  

–Cuando echa la mirada atrás, ¿le da la sensación que ha perdido todo ese tiempo en el que se apartó de la primera línea?

–Por supuesto, yo he perdido nueve años de mi vida y eso no lo voy a recuperar. Además, no es lo mismo bailar con treinta y pico que con cuarenta y pico, eso todo el mundo que baila lo sabe. Ya no tengo la fuerza de antes, y eso que me considero guerrera, pero he comprendido también, igual que la gente, que todo no es fuerza ni todo es pie.  La veteranía también te hace pensar las cosas de otra manera. Ahora salgo al escenario de otra forma, los nervios son distintos aunque el respeto al público es el mismo. Es una cosa diferente a lo que sentía cuando tenía 20 años. Sólo espero que no me vuelva a ocurrir lo de antaño, que la parte profesional mía se apague por lo personal.

–En noviembre la vimos en un proyecto interesante, ‘Caijeré’, que ya ha tenido éxitos en Jerez y Madrid....

–Sí, me lo propuso Josema García-Pelayo. Me llamó, me comentó lo que estaban haciendo y que querían contar conmigo, entonces no lo dudé porque sólo con ver los artistas que iban ya me merecía la pena. 

–Lo que sí se comprueba, al menos en el espectáculo que representaron en Villamarta, es que ha contactado bien con JesúsFernández, el otro bailaor...

–La verdad es que sí, y eso que nunca había trabajado con él. Lo conocía, sabía de su trayectoria, pero hasta ahí. Sin embargo, en el primer ensayo que tuvimos en mi academia me di cuenta de que enganchamos. Tanto que ahora nos miramos y ya sabemos por dónde va a salir uno y otro, y eso para mí es superimportante. 

–Estuvieron hace una semana en el Teatro Apolo y todo el mundo habla bien de ‘Caijeré’. Aparte de los artistas, como dice, ¿qué tiene como virtud este nuevo montaje?

–Está claro que compartir escenario, como dije antes, con La Macanita, Juan Villar, Niño Jero, Ezequiel, Niño de la Leo, May Fernández, el Chícharo y Diego Montoya es un lujo, pero también creo que es un espectáculo muy seguido, la gente no se aburre en ningún momento. No da tiempo terminar una cosa cuando ya ha empezado la otra, hay mucho movimiento en el escenario. Para mí el secreto es la puesta en escena, que es bastante buena y eso le encanta a todo el mundo. 

–¿Y hay próximas fechas?

–Sí, ahora vamos el 16 de abril a Sevilla, y en mayo al Teatro Falla. Hay más cosas, pero aún no están cerradas. 

–Ahora llega el Festival de Jerez, donde siempre ha tenido su sitio como maestra...

–La verdad es que sí, siempre han contado conmigo para los cursos y es de agradecer. Este año hago los de bulerías de Jerez la primera y la segunda semana y están completos.Es curioso pero siempre se llenan en pocos días. 

–De todas formas, también tiene programados cursos para su academia. Es un no parar este mes...

–Voy como Correcaminos, de un lado a otro (risas). Sí, yo siempre en mi academia intento traer gente nueva a los cursos, ahora durante el festival y en verano. Este año, por ejemplo, traigo a Alfonso Losa, y repiten otros como La Lupi, Juan Polvillo, Eduardo Guerrero, María Moreno, María José León, José Manuel Álvarez yCarlos Carbonell. 

–Para muchos empresarios como usted el Festival es un alivio económico. ¿Le preocupa que se pueda perder con tanto jaleo con la FundaciónTeatro Villamarta?

–Claro que me preocupa. Para mí y otras muchas personas, las dos semanas del Festival de Jerez con muy importantes, y ya no sólo a nivel de cursos, sino a otros niveles, desde los bares, tiendas, hoteles y por supuesto los artistas. Si nos quitan el Festival sería muy duro para Jerez. De cualquier forma, no creo que se vaya a perder, entiendo que algo buscarán para que no se pierda. Ya una vez, cuando llegó la crisis y hubo problemas económicos, algunos artistas me llamaron por si llegado el momento teníamos que luchar por él, y la verdad es que a eso se apuntó mucha gente. Afortunadamente, todo continuó, como espero que ocurra ahora. 

–Y después del Festival y esas actuaciones cerradas con ‘Caijeré’, ¿cómo se presenta el año?

–Bueno, pues la verdad es que estoy muy ilusionada porque acabo de cerrar una gira de 15 días por Washington con un espectáculo que ya hemos hecho en Francia y Suiza. Luego también hago muchos cursos, salgo mucho fuera para hacer cursos que eso afortunadamente, ni siquiera con la crisis, se ha caído y quieras que no es lo que nos permite vivir. 

–Ya que habla de crisis, ¿se ve ya algo más claro el horizonte?