Varios robos cometidos en viviendas de Guadalcacín durante las últimas semanas han provocado la preocupación entre los vecinos. Uno de ellos explicó a este medio que los ladrones "escalan y entran por las ventanas a las diez de la mañana incluso, a pesar de que son calles con muchas casas. Es increíble que nadie haya visto nada, como se está diciendo por el pueblo. Sólo cuando la gente vuelve a casa descubre que les han robado. Los ladrones buscan dinero y joyas, y no se llevan cosas como un televisor, cámaras... No sabemos por qué les ha dado por aquí, cuando en Guadalcacín hay poca gente que pueda tener un gran capital". "Lo que se llevan las joyas de las mujeres y de las niñas, como anillitos y pendientes", explica otro guadalcacileño. La gran extensión territorial de la pedanía, con numerosas viviendas unifamiliares, es un obstáculo añadido para que se pueda vigilar a fondo. Otro hombre apunta la posibilidad de que los ladrones "sean forasteros, ya que aquí nos conocemos todos y no creo que se pongan a robar en su mismo pueblo entrando en una casa". Y un tercer guadalcacileño indica la posibilidad de que "sea alguna banda medianamente preparada como las que hasta poco tiempo estaban robando cobre por toda esta parte. Algunos dicen que han entrado cuando la gente estaba dentro de la casa, pero no se lo puedo confirmar".

La Guardia Civil, que es la fuerza de seguridad competente en la localidad, señala que sus equipos de policía judicial están investigando estos robos (podría tratarse de tres o cuatro casos durante las últimas semanas) y ha reforzado las labores de prevención con la realización de numerosos controles en las carreteras. En la pedanía también hay presencia de Policía Local, pero los vecinos señalan que es una fuerza muy reducida.

A cambio, dicen los vecinos, parece que la presión policial y el posterior trabajo judicial parece que han logrado frenar la racha de robos que se estaba sufriendo en explotaciones agrícolas de la zona en especial para sustraer cobre y maquinaria agrícola -para desguazarla y venderla como simple chatarra-.