Después de varios meses de espera para conseguir todos los trámites burocráticos, la Puerta de Rota de las bodegas Fundador ha comenzado a ser restaurada. Su estado de conservación no es el más idóneo, de ahí que la empresa vinatera haya optado por su recuperación, de gran valor histórico. Esta edificación, en forma de torre y conocida como el Castillo de Riquelme, se encuentra entre las calles San Blas y Valderrama y a lo largo de la historia ha tenido diversas denominaciones, entre ellas la puerta del Aceituno, del Olivillo y puerta de la Serranilla, uno de los más antiguos que se le conocen.
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