El personal del centro de salud de San Telmo se concentró ayer a las puertas de las instalaciones en repulsa por la agresión que el lunes día 26 sufrió un facultativo del centro por parte de un usuario y para pedir al Servicio Andaluz de Salud (SAS) más medidas de seguridad. La convocatoria del Sindicato Médico de la provincia fue respaldada también por el Sindicato de Enfermería SATSE , CSIF y UGT, además del Colegio de Médicos. El autor de la agresión verbal fue una persona con problemas de drogodependencia que pretendía acceder a una serie de fármacos. Cuando el facultativo, que además no era el que le correspondía, se negó a hacerle la prescripción comenzaron las amenazas, que se repitieron en una segunda ocasión, ya que tras marcharse el agresor volvió a entrar en el centro con la misma intención. "Venía subido de tono y le daba igual todo", manifestó ayer el médico agredido. Una vez avisada la Policía, el facultativo interpuso la correspondiente denuncia pidiendo al mismo tiempo una orden de alejamiento, que a día de ayer no se había producido. De hecho la persona denunciada apareció por el centro en el momento de la concentración, mientras que un trabajador que participaba en la protesta recibía también amenazas por parte de otro usuario.

Aunque el centro de salud de San Telmo dispone de timbres antipánico y un vigilante de seguridad, éste no permanece durante todo el tiempo de apertura de las instalaciones. "Muchos conocen ya sus horarios y aprovechan para venir cuando no está, así que creemos que nos daría más seguridad que el vigilante estuviese de forma permanente", reclamó otro profesional. El presidente del Sindicato Médico de la provincia, Pedro Calderón, instó también a aumentar las medidas de seguridad.

Los representantes de SATSE condenaron el episodio de violencia y pidieron a los usuarios que no paguen las carencias de la Sanidad con los trabajadores. El delegado de este sindicato en Atención Primaria, Manuel Moreno, aseguró que el personal de Enfermería es el que más riesgo tiene de sufrir violencia en su trabajo debido a las situaciones límite que se producen en los centros sanitarios.

La delegada de zona del Colegio de Médicos, María del Pilar Gallego, indicó que las agresiones que se denuncian son sólo la punta del iceberg y animó a que se lleven a los tribunales todas las agresiones, aunque sólo sean verbales. Sostuvo que las medidas de seguridad en los centros son mínimas y que suelen relajarse una vez que la situación se tranquiliza después de una agresión.

La concentración sirvió además para protestar por los continuos fallos que se producen en el sistema informático Diraya, que en el caso de San Telmo estuvo inoperativo el pasado día 26 desde las ocho de la mañana hasta las cuatro y media de la tarde. El delegado del Sindicato Médico en el centro, Manuel María Ortega Marlasca, alertó de los riesgos que ello conlleva para el paciente ya que si el Diraya no funciona el médico no tiene acceso al historial del paciente, ni a las posibles contraindicaciones del medicamento que se le va a prescribir.