Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el próximo ejercicio han librado por primera vez una partida destinada al ambicioso y complejo proyecto de la Ciudad del Flamenco, ahora Centro Nacional de Flamenco. Sin embargo, esta primera aportación que una Administración supramunicipal -al margen de diversos fondos europeos recibidos hasta la fecha- inyecta al diseño de los prestigiosos arquitectos suizos Jacques Herzog y Pierre De Meuron resulta, de forma paradójica, del todo insuficiente para poder reanudar las obras. Unos trabajos, por cierto, que permanecen paralizados por falta de financiación desde hace alrededor de dos años.

De este modo, los 375.000 euros que el Gobierno central aportará a la futura Fundación Ciudad del Flamenco, pendiente de constitución oficial, son una mínima parte de la cantidad que, según el delegado especial del Ayuntamiento de Jerez para el proyecto, Francisco Benavent, se necesita para que vuelvan a entrar las máquinas en la plaza Belén. En concreto, el concejal socialista cifró recientemente en unos seis millones de euros el montante económico que requiere el complejo para culminar las obras relativas a su primera fase y efectuar una serie de ejecuciones 'puente' que servirán para preparar la segunda licitación.

Comoquiera que esta segunda fase nunca comenzaría antes de 2010, el gobierno local deberá buscar de forma necesaria nuevas ayudas -un reto difícil en tiempos de crisis- que permitan financiar el reinicio de las obras. De hecho, el Ayuntamiento también tiene en mente la rehabilitación de la Nave del Aceite, aledaña al solar de Belén, para levantar un Centro de Interpretación de la Ciudad del Flamenco, cuyo coste estimado ronda los 800.000 euros y, en principio, también queda en el aire ante la escasez de recursos para el próximo 2009.

Así las cosas, aunque a principios de su mandato la alcaldesa, Pilar Sánchez, aventuró que la Ciudad del Flamenco podría estar inaugurada en 2011, cada vez cobra más sentido el hecho de que desde el gobierno local se haya fijado 2013 como meta para tener el emblemático equipamiento cultural a pleno rendimiento. De hecho, el plazo que el propio Benavent ofrece para su construcción es de unos dos años y medio, de ahí que la idea ahora es que el espacio esté totalmente finalizado coincidiendo con el Año Internacional del Flamenco.