El Cristo lleva a cabo el traslado de sus imágenes a San Francisco

La hermandad dejó ayer la ermita de San Telmo, donde de forma inmediata darán comienzo las primeras obras de rehabilitación

El Cristo de la Expiración, ayer a la caída de la tarde, cuando llegaba a la Cruz Vieja.
El Cristo de la Expiración, ayer a la caída de la tarde, cuando llegaba a la Cruz Vieja.
Francisco Abuín Jerez

10 de mayo 2015 - 01:00

Ayer sí pudo ser. Tras suspenderse el pasado lunes a causa de la lluvia, por la tarde se llevó a cabo el traslado de las imágenes titulares de la hermandad del Cristo de la Expiración a San Francisco donde recibirán culto mientras se prolonguen las obras de rehabilitación de la ermita de San Telmo. El cálculo y el deseo más ferviente de la hermandad es que antes de la próxima Semana Santa, o mejor aún, de la Cuaresma puedan estar de regreso en su templo. Si el lunes, un tiempo de aires otoñales cubrió la tarde y noche, ayer fue todo lo contrario con una jornada calurosa y despejada, lo que ayudó a que las calles de recorrido se llenaran de público demostrando, una vez más, el tirón del Cristo. Desde la salida hasta la misma plaza Esteve el ambiente que rodeó al traslado fue magnífico.

El itinerario fue el más corto para alcanzar el templo franciscano. El Cristo de la Expiración fue portado en la parihuela del Cristo del Amor en su cruz de plata y con la vela de terciopelo azul que, para la ocasión al ir tumbado, ofrecía una mejor estética. Fue con su sudario de siempre pese a que se comentó la posibilidad de que luciera el que usó para la salida por los 425 años. La Virgen del Valle fue preciosa en las andas de San Juan de la propia hermandad, tocada con la corona de la coronación canónica, vistiendo su manto isabelino de camarín e iluminando el conjunto se montó una candelería ante la imagen. San Juan y San Telmo ocuparon sendas parihuelas más pequeñas.

Esta fue la singular escena cofrade que ayer de vivió desde el Campillo hasta el corazón del centro de la ciudad en un traslado que tuvo una gran participación de hermanos formando un amplio cortejo que se distribuyó en varios tramos dando escolta a las imágenes. Hubo representación corporativa con guión y varas de la hermandad de Las Cinco Llagas, que tendrá como vecina en San Francisco a la cofradía del Viernes Santo. También fue numerosa la representación de la Guardia Civil, hermana honoraria de la hermandad, así como del Cuerpo Nacional de Policía. Como estaba previsto, sobre las diez de la noche el traslado concluyó con la entrada en el templo donde se rezaron unas preces finales.

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