Cruz Roja Española clausuró ayer el dispositivo de albergue provisional del polideportivo Kiko Narváez tras la marcha de la ciudad de las últimas personas migrantes que quedaban alojadas en las instalaciones de La Granja. Este albergue se habilitó el sábado 16 de junio ante la situación extraordinaria que se produjo con la llegada de más de 480 personas en una sola jornada.

Aunque de momento, este recurso excepcional ya no resulta necesario, Cruz Roja Española cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Jerez en caso de que se repita una situación de emergencia similar y sea preciso dar una respuesta a las personas vulnerables.

El voluntariado de Cruz Roja Española y el personal técnico, tanto de Jerez como del resto de la provincia se han volcado para ofrecer atención humanitaria las 24 horas al día a las personas alojadas en el polideportivo durante toda una semana. A este equipo se ha sumado también voluntariado de otras provincias, como Huelva, Sevilla, Córdoba, Almería y Málaga. Además Cruz Roja Española en la Comunidad de Madrid aportó camas portátiles para el albergue.

La presidenta provincial de la institución, Rosario García Palacios, manifiesta en un comunicado su agradecimiento a todos los que han colaborado por "su compromiso con las personas migrantes que son especialmente vulnerables". "Habéis llevado y lo estáis haciendo aún, un impresionante trabajo. Me siento muy orgullosa de la gestión realizada y hemos demostrado la eficacia y efectividad del trabajo en equipo y colaboración", ha transmitido a todo el personal de la institución humanitaria que preside.

Rosario García traslada igualmente su agradecimiento al Ayuntamiento y a toda la ciudadanía de Jerez por su solidaridad y la multitud de gestos de apoyo recibidos, así como a las entidades que han colaborado, como la Fundación Solidaridad Carrefour y los institutos Almunia y Fernando Quiñones.

Más de 365 personas han sido atendidas, de manera escalonada, en el albergue de Jerez, así como en el habilitado en el Centro Náutico de Elcano, cedido por el Ayuntamiento de Cádiz, y que se clausuró el pasado 19 de junio. Se trata de personas sin recursos, que en su gran mayoría no conoce el idioma español y sin redes sociales en la provincia, que tras salir de comisaría se les ha proporcionado una acogida temporal mientras se le facilitaba su traslado, bien a centros de acogida, bien a otras regiones del país donde cuentan con familiares o amigos que les puedan apoyar en su proceso migratorio. Además, se les facilita el contacto de recursos sociales en sus nuevos destinos, para evitar que pudieran quedar desamparados.