La Policía Nacional detuvo ayer a dos hombres, vecinos de Jerez, como presuntos autores del robo de alrededor de 2.500 kilos de alimentos que sufrió hace una semana Cáritas de San Mateo. Se trata de dos personas de entre 30 y 40 años, con antecedentes policiales, que ya han sido puestas a disposición judicial y que se sospecha puedan estar también implicadas en otros robos que se han cometido recientemente en la ciudad.

Según informaron fuentes de la Comisaría, se da la circunstancia de que una de estas dos personas era beneficiaria de las Cáritas parroquiales de otra zona de Jerez y tenía información exhaustiva de dónde se encontraban los alimentos que Cáritas de San Mateo reparte entre las familias necesitadas.

La Policía ha conseguido recuperar además varios de los lotes de alimentos robados, alrededor de 100 kilos que los agentes encontraron en vehículos y viviendas de las personas detenidas. No obstante las investigaciones continúan para intentar conocer el paradero del resto de los alimentos, que, según  la Policía, iban destinados a su venta en el mercado negro.

Los alimentos fueron robados de una antigua casa de vecinos de la calle Justicia, que había sido cedida a Cáritas de San Mateo y que ésta utilizaba como almacén y lugar donde las familias recogían semanalmente las bolsas de comida. En total estas Cáritas atienden a alrededor de 37 familias. El almacén sufrió al menos dos robos, en los dos casos de madrugada, según Cáritas, y para ello los ladrones irrumpieron por la entrada del patio, reventando una de las puertas metálicas. En la primera ocasión se llevaron unos 2.105 kilos de alimentos y antes de que los responsables de Cáritas tuvieran tiempo de trasladar lo que quedaba volvieron a entrar y se llevaron otros 400 kilos. Lo poco que dejaron fue trasladado el pasado miércoles al salón de la casa de hermandad de las Tres Caídas, muy vinculada a las Cáritas de San Mateo.

Ya el jueves se sabía que la Policía contaba con buenas pistas sobre la autoría de los robos teniendo en cuenta que todo hacía pensar en personas con conocimiento sobre la dinámica de funcionamiento de este almacén. De hecho la semana anterior las Cáritas de San Mateo habían recibido provisiones del Banco de Alimentos por lo que las instalaciones se encontraban especialmente surtidas.

Cáritas busca ahora un lugar seguro que pueda ser empleado como almacén, ya que la casa de la calle Justicia no volverá a ser utilizada como tal, tras la experiencia sufrida y al encontrarse en una zona con muchas casas deshabitadas. Las muestras de apoyo y de colaboración con la institución han sido numerosas desde que se conoció el robo de los alimentos.