Me enfrento a la pantalla del ordenador para escribir la despedida. Han sido treinta y un años escribiendo en este medio y comentando libros. Da un poco de vértigo pensar en el final. Por eso quiero creer que en algún momento, cuando les pida un trocito de página de este Diario, me dejarán escribir algo más. Pero es un motivo de alegría haber llegado hasta aquí y lo mejor para celebrarlo es recomendando otro montón de títulos que acompañen a los cinco favoritos de esta semana.

‘El lobezno perdido’ es una bella historia de Jim Field ilustrada por Rachel Bright. Sin meternos en si es más o menos acertada (eso de que la manada pudiera perder a un cachorro), el lobezno va a conocer a muchos animales de su ecosistema sobre unos bellísimos paisajes nevados, panorámicos, nocturnos, o simplemente escuetos y recortados como viñetas, para mostrar la importancia de la ayuda.

A Roberto Innocenti le dedicamos un artículo extenso y apuntamos que recomendaríamos algunos títulos más. Aquí está “Mi barco”, que aparece como una colección de postales (de cuarto de página a doble página), con texto recordando las escenas, a pie de página, donde quien nos lo cuenta sube como grumete hasta que baja como capitán cuando el barco se hunde. Un paseo por la historia y el mundo y cómo se implica (incluida la guerra civil española) un barco y su tripulación. Magnífico.

Son dos libros, que tienen cinco y cuatro años, de la autora Emily Hughes: ‘Salvaje’ y ‘El pequeño jardinero’. En el primero, una niña ferina (que uso para la ilustración de este texto añadiéndole el bocadillo) será el centro de una metáfora sobre la libertad; en el segundo un pequeño demostrará que el esfuerzo de uno puede contagiar a otros y así conseguir lo que parece imposible. Son para ponerles un 10.

‘Mowgli de la selva’ adapta algunos de los Libros de la Jungla, de Kipling, de la mano de Michel Laporte con una sencilla lectura y unas bellas ilustraciones, realizadas por Olivier Latyk, entre las que se incluyen seis impresionantes páginas troqueladas (más el troquel de la cubierta). Un buen acercamiento a esta obra para más adelante leerla completa.

La editorial Media Vaca ha obtenido el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural correspondiente al año 2018 por “el cuidado exquisito del catálogo, la calidad de sus libros, el respeto a los lectores y al resto de agentes de la cadena del libro”. De ese catálogo seleccionamos ‘100 greguerías ilustradas’, de Ramón Gómez de la Serna con los dibujos de César Fernández Arias, porque son un reto para estimular la inteligencia.

El XI Premio Internacional Compostela de 2018 ha sido para ‘Cándido y los demás’, de Fran Pintadera y Christian Inaraja. Un premio muy merecido que nos va mostrando lo distinto que es el protagonista, para llevarnos a que, en el fondo, todos somos distintos. Ser distintos es condición humana y hay que saber incorporarlo. Divertido y nada inocente.

Gilles Bizourne y Ronan Badel, firman ‘El lobo gris y la mosca’, donde se recoge una retahíla del tipo de la anciana que se comió al pájaro para cazar a la araña que se la tragó para cazar a la mosca. Pero todo ello produciendo ruidos que lo enemistarán con la manada. Hasta que lo soluciona… ¿o no? Diversión segura.

Escrito por Pilar Serrano, ‘El problema’ nos muestra a un chico con angustias por todo, un auténtico problema, pero también el cómo de todo se sale y se soluciona dando un baño de confianza y seguridad a los pequeños lectores. Las ilustraciones, de Susana Rosique, mezclan con acierto los momentos realistas con metáforas visuales sobre las sensaciones.

Raúl Guridi ilustra una poética historia de Gema Sirvent, donde el mar es la libertad y hacia ella camina la “pequeña” Penélope para terminar de ser todo lo que le han dicho que sea y empezar a ser lo que ella quiere ser. Con las frases precisas y los trazos exactos, ‘Penélope y el mar’ es un regalo de éxito seguro.‘El caballero que dijo ¡NO!’, es una entrañable historia sobre la asertividad, pero más aún sobre la amistad, en este caso entre un “pequeño caballero” y un dragón. Un texto sencillo y divertido con una rima en asonante que le da cierta musicalidad sin que se note, y unas ilustraciones ricas en colores, detalles y guiños divertidos. Es un delicioso resultado del trabajo de Lucy Rowland y Kate Hindley.

Y para terminar un cómic (que no falten), primera novela gráfica de Carles Esquembre y que nos trae a Lorca en blanco y negro, la mejor opción para mostrar sus luces y sombras en un trabajo muy interesante sobre un momento concreto que recoge el título ‘Lorca. Un poeta en Nueva York’.

Hasta aquí estos doce “super” recomendados. Y otra vez la despedida. Ha sido un placer este trabajo que espero haya servido. Hasta siempre y gracias.

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