Jerez

Domingo de elegantes imágenes en besamanos

  • Jornada de funciones solemnes tanto en las cofradías del centro como en las del extrarradio, en las que estuvieron expuestos sagrados titulares de gran arraigo devocional

Primer domingo de Cuaresma con un arranque de altura en lo que a funciones solemnes de besamanos y besapiés se refiere. Un primer domingo que quizá no tuvo el suficiente número de imágenes para que el centro de la ciudad se viera mucho más animada de lo que estuvo en el día de ayer. Pero no faltó nadie a la cita y, en cada templo, siempre había un instante para saludar a algún cofrade o conocido que, como mandan los cánones cofradieros, se dedica al disfrute del paseo, el tentempié -que también es necesario- la visita a los templos y el beso depositado como ofrenda ante las manos de Jesús o María.

Quizá no fueron muchas las imágenes las que estuvieron solemnemente expuestas, pero nadie puede discutir que las que estaban fueran de poco calado.

En la Granja estaba el Soberano en su parroquia de Santa María Madre de la Iglesia. Plantado en los medios del atrio de la iglesia, gobernó sobre los muchos devotos, sobre los vecinos del barrio y sobre los cofrades que cada año visten la túnica nazarena en la tarde del Miércoles Santo.

En San Benito estaba la guapa Señora que tallara Madroñal. La Virgen que, el que hoy es presidente del consejo, guardó durante meses en su propia casa a la espera de la luz verde de aquel párroco llamado Cornejo que se lo puso complicado a los jóvenes del Polígono pero que ahora agradecen la dureza del pasado. Es Salud y es siempre Esperanza. Con la mirada baja y el rostro de nácar. Día grande en el barrio.

Una banda de cornetas y tambores llamaba la atención de los vecinos del Pelirón porque el Señor del Amparo estaba de besamanos. Nazareno que ofrece sus manos con dulzura agarrado al madero. Muchos cofrades pasaron ayer por el Pelirón para disfrutar de las bellas imágenes de la hermandad y del buen trato que siempre se recibe en aquella casa.

Para añeja, la imagen del crucificado del Calvario. Juan, que es capiller casi perpetuo de la cofradía, siempre al lado de la Madre Piedad, alertaba a esta redacción que no son dos sino veinte al menos los años que el vía crucis se organiza en el Calvario. Dos años consecutivos son los que estos cofrades ponen en besapiés a su crucificado que besarlo es algo así como acariciar a Jerez entero por su antigüedad e historia.

En Cristina se pudo visitar a Nuestra Señora del Traspaso. Un disfrute por esa belleza angustiada que tanto quieren sus buenos cofrades de Jesús.

Y frente a San Juan de Letrán, Santo Domingo con Jesús Orando en el Huerto. Algo oscuro y apesadumbrado el besamanos del Señor. Inmediatamente se pudo caer en la cuenta de que es la pena por no tener a su Madre de la Confortación a su lado. Pronto llegará, Señor.

Esperanza y Encarnación también estuvieron en sus templos de San Francisco y San Miguel respectivamente. Siempre con ese gusto de cofradía de silencio que rompen los moldes cuando llega la madrugada del Viernes Santo. Y Amor y Sacrificio en Madre de Dios. Con tantos y tantos hermanos que abrazan ese sentido jesuítico de humildad y sencillez con la que su guapa Virgen sale a las calles cada Lunes Santo.

Y María Santísima de los Desamparados en Vallesequillo que también sus devotos quisieron exponerla en solemne besamanos. Así como el Santísimo Cristo de la Piedad que hoy en la Barca de la Florida se acercaba a sus devotos. Crucificado de Castillo Lastrucci que es centro de la devoción de la pedanía.

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