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Desde este rincón

Desde este rincón

Desde este rincón

Todos los habitantes de Jerez y muchos foráneos saben en el estado de abandono en el que se encuentra el barrio de san Mateo. Situado en el extremo oeste de la ciudad medieval amurallada casi sigue siendo el límite por esta zona de la ciudad y a veces hace pensar que el destino, desde hace siglos, la tiene tomada con este barrio (alguna leyenda hay sobre la puerta de Rota o el Rincón Malillo).

Como ejemplo, la construcción de los enormes complejos bodegueros en la segunda mitad del siglo XVIII y sobre todo en el siglo XIX hizo desaparecer varias hectáreas de trazado urbano, con el consiguiente desplazamiento del vecindario hacia otras zonas de la ciudad y el paulatino despoblamiento de intramuros, siendo el barrio de san Mateo el más afectado. Y para qué vamos a comentar nada de los últimos 50 años, periodo en que esta situación no ha hecho más que agravarse.

Junto a la estructura urbana, el sistema defensivo en este sector también parece malhadado. La puerta de Rota estaba ya en ruinas a mediados del siglo XVIII y en 1787 comenzaron a venderse en subasta pública los materiales procedentes de su derribo. Tal ha sido su arrasamiento que, a falta de intervenciones arqueológicas, hoy en día no tenemos certeza de su ubicación concreta, y existen varias hipótesis que hacen bailar su emplazamiento adelante y atrás, a un lado y a otro.

Los lienzos de muralla y sus torres tampoco es que hayan tenido muy buena fortuna en su lucha contra el tiempo y el abandono. Aparte del tramo desaparecido por completo entre la puerta de Santiago y la plaza del Cubo, una vez pasada la calle Almendrillo en algunos puntos no se han localizado ni los cimientos de la muralla y su trazado es meramente hipotético. Desde la puerta de Rota hasta la puerta del Arroyo nos encontramos con la misma situación; ni siquiera está claro por donde discurría la muralla.

¿Cuál es la solución? Es evidente que lo ya perdido no se puede recuperar, pero lo que aún se conserva y está en estado precario debe ser restaurado y conservado. La solución para la recuperación de un espacio degradado es compleja, es difícil, hay que ser realistas. Pero para que podamos volver a habitarlo y habilitarlo, no sólo deben intervenir las instituciones, debemos intervenir la ciudadanía entera. Algún atisbo ya se observa, pero es necesario que nos empleemos a fondo con ilusión e imaginación para recuperar este encantador rincón de Jerez.

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