Jerez

Ejecutiva para no cambiar

Si algo funciona, ¿para qué cambiar? Susana Díaz ha seguido el manual del marianismo (Rajoy) para confeccionar la nueva Ejecutiva del PSOE andaluz, donde nadie ve alterada su posición de poder. La secretaria general repite esquema. El gaditano Juan Cornejo, su número dos, seguirá siendo el secretario de Organización; Micaela Navarro, la presidenta, y el malagueño Francisco Conejo, responsable de Política Institucional. Otros dos hombres situados fuera de la dirección del partido componen el triángulo susanista: Manuel Jiménez Barrios, como vicepresidente del Gobierno de la Junta, y Mario Jiménez, como portavoz en el Parlamento. Quizás el onubense que fue portavoz de la gestora de Ferraz sea la mayor incógnita de este congreso, ya que ni quiso estar en el Gobierno andaluz ni tampoco ha entrado en la Ejecutiva. Tal como se esperaba, Susana Díaz coloca en su dirección a un grupo de diputadas y parlamentarias que vienen destacando en las cámaras: la onubense María Márquez (Movimientos Sociales), la jiennense Ángeles Férriz (Nuevos Afiliados), la malagueña Beatriz Rubiño (Migración), la jerezana Miriam Alconchel (Salud) y la cordobesa María Jesús Serrano (Política Municipal).

En la dirección entran Antonio Pradas, quien fuese destacado miembro de la Ejecutiva de Pedro Sánchez, y el catedrático granadino Gregorio Cámara, uno de los expertos en estructura territorial de España. La ex consejeras María José Sánchez Rubio y María Jesús Serrano, que también dimitieron de la Ejecutiva que provocó la dimisión de Pedro Sánchez, han sido acogidas en la dirección. Personas de la confianza de Díaz, como los sevillanos José Caballos y Carmelo Gómez, siguen en la dirección de la sede de San Vicente. La dirección está formada por 43 personas, una mujer más que un hombre. Los gaditanos Francisco Menacho (Educación) y Carlos Perales (Memoria Histórica) entran en este equipo que deberá afrontar las elecciones municipales y autonómicas de 2019.

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