COEDUCACIÓN

¿Escribir es cosa de hombres?

  • Cecilia Böhl de Faber escribía bajo el seudónimo de 'Fernán Caballero'

Cecilia Böhl de Faber y Larrea, conocida con el seudónimo de 'Fernán Caballero', era una escritora española que nació en Morges (Cantón de Vaud), Suiza, un 24 de diciembre de 1796.

Era hija del conocido hispanista Juan Nicolás Böhl de Faber, cónsul en Cádiz, y de Francisca Larrea, que escribía con el seudónimo de 'Corina'.

Pasa sus primeros años en Alemania hasta que regresa con su familia a Cádiz en 1813, a la edad de 17 años. En 1816 se casó con un joven capitán de infantería que murió al año siguiente en Puerto Rico. Tras la muerte de su marido, se trasladó a Hamburgo, al norte de Alemania, donde vivió con su abuela.

.Años más tarde se mudó a El Puerto de Santa María, donde conoció a Francisco Ruiz de Arco, marqués de Arco Hermoso.

En 1822 se casó en segundas nupcias con el marqués, y con él vivió en sus casas de Sevilla y el campo, de donde sacó material para sus novelas y sus cuadros rurales y de costumbres. En mayo de 1835 enviudó de nuevo.

Dos años más tarde conoció a Antonio Arrom de Ayala, con quien contrajo matrimonio. Fue en ese momento, a causa de su precaria situación económica, cuando consideró la publicación de sus obras. La Gaviota se publicó en 1849.

En 1865 ocurrió otro hecho que marcaría su vida; el suicidio de su marido, ya que éste estaba enfermo de tuberculosis y además tenía graves problemas económicos. Quedó así la escritora en la pobreza; los duques de Montpensier y la reina Isabel II, la protegen y le brindan una vivienda en el Patio de Banderas del Alcázar de Sevilla. Pero la Revolución de 1868 la obligó a mudarse debido a que las casas fueron puestas en venta. Finalmente, falleció enferma el 7 de abril de 1877 en Sevilla.

Paralelamente a su ajetreada vida sentimental, llevó a cabo una importante actividad literaria, un reflejo de sus experiencias personales.

Debido a la sociedad machista en la que se desarrolla la vida de nuestra autora, Cecilia escribe bajo el seudónimo de 'Fernán Caballero', para ser leída, pues ella misma estará convencida de que «escribir es cosa de hombres».

Cuando el Gobierno belga le conceda la Cruz de Leopoldo, en recompensa por su obra Relaciones populares, adoptada como texto en las escuelas belgas, se negará rotundamente a aceptarla porque ella «es una señora y no un hombre».

En las escuelas españolas los alumnos y alumnas utilizarán otra de sus obras, La mitología contada a los niños, texto que se encuentra en la Biblioteca Municipal de Jerez.

Es imposible encontrar en esta autora el supuesto "realismo" que algunos críticos quisieron atribuirle.

En conclusión, Cecilia Böhl de Faber nos muestra en sus narraciones, ante la subversión y la anarquía que ella creía que amenazaban con destruir los fundamentos de la sociedad, una España, o por lo menos una Andalucía, fiel a los valores religiosos y a las costumbres de antaño, que tanta seguridad le daban ante un mundo en permanente convulsión. No obstante fue una escritora con todos los merecimientos para figurar en la Historia de la literatura española de su siglo.

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