El campus universitario de La Asunción acoge desde ayer y hasta mañana un seminario sobre el control de fronteras exteriores organizado por el Instituto Andaluz Interuniversitario de Criminología. Uno de los ponentes de la jornada de ayer fue el jefe de la Unidad de Inteligencia del Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado, Antonio Vega Ramos, que habló sobre crimen organizado y fronteras.

En primer lugar, abordó las causas del crimen organizado desde el punto de vista de las Naciones Unidas y organismos internacionales y luego trató de delimitar el concepto de crimen organizado. Según los parámetros marcados por Europol, Vega definió el crimen organizado como "fundamentalmente, el realizado por más de dos personas, con permanencia en el tiempo, delitos graves y que utilicen la violencia, con unas determinadas estructuras en su organización o blanqueo de capitales".

Tras esta definición, el ponente trazó un panorama del crimen organizado en España donde, según explicó, "existen actualmente unos seiscientos grupos dedicados a estas actividades delictivas, aunque no todo es grave".

También señaló que "normalmente son grupos multinacionales no muy numerosos y cuya actividad principal en España viene siendo el tráfico de drogas (un sesenta por ciento), acompañado de actividades complementarias como la falsificación de documentos o el blanqueo de capitales".

Por otra parte, incidió en el carácter transnacional de estos grupos y destacó el hecho de que "cuanto más peligroso e importante es, más impenetrable se hace y viceversa". No obstante, advirtió de que, en la lucha contra el crimen organizado, "España no está aislada y es muy importante la colaboración internacional a través de la Europol, la ONU y las relaciones bilaterales con otros países". En otro momento, admitió que el crimen organizado "es un fenómeno muy importante y grave, contra el que se lucha mucho pero no se termina de erradicar. Es global, crónico y tiene mucho poder de introducción en los estados y, a veces, en algunas instituciones". Pese a esta situación, aseguró que "el nivel de corrupción de las instituciones en España es muy pequeño".