A casi un mes del inicio del Festival de Jerez, su pilar más sólido, los cursos, siguen siendo su principal motor. Así lo demuestran las cifras pues a día de hoy el índice de ocupación de la oferta formativa alcanza el 90%.

Hay que recordar que la muestra jerezana ha ofrecido este año a sus cursillistas 1.290 plazas, distribuidas en un total de 53 cursos y donde podemos encontrar a maestros de primer nivel.

Dentro de esta oferta encontramos para esta XXIV edición una novedad significativa, la puesta en marcha de los denominados cursos y talleres intensivos, una nueva modalidad pensada para todas aquellas personas que por distintas circunstancias no pueden permanecer en la ciudad la semana completa de cursos (se dividen en dos semanas), pero que vienen a Jerez para pasar alguno de los tres fines de semana que conforman la programación.

Desde Fundarte se intenta así cubrir un espacio que hasta ahora estaba siendo ocupado por la oferta privada, que se ha multiplicado notablemente sus cursos en los últimos años, y por el momento, según han asegurado desde el Villamarta “están cumpliendo las expectativas”.

Estos cursos y talleres intensivos se han programado para el primero y el segundo fin de semana, y en el caso del baile constan de tres días, es decir, de viernes a domingo, mientras que en los de palmas los conforman dos días, sábado y domingo. La nueva apuesta se ha reforzado especialmente en el puente de Andalucía (28, 29 de febrero y 1 de marzo), donde se espera una afluencia importante de cursillistas de todo el país. Entre la oferta formativa encontramos a artistas como Manolo Marín, Eva Yerbabuena, María del Mar Moreno, Manuela Carpio y Patricia Ibáñez. Los de palmas, por su parte, serán impartidos por Luis de Perikín.

A día de hoy, la ocupación de estos cursos y talleres intensivos alcanza el 70%, si bien desde el Festival confían en que sea durante la propia celebración del mismo cuando se inscriban más personas.

Además de ellos, el Festival ha incorporado este año un curso avanzado para niños (hasta 16 años) que dirige María José Franco y que cuenta con docentes invitados de la talla de Rocío Coral, Inmaculada Aguilar, Marco Flores, Mercedes Ruiz, Antonio El Pipa y Andrés Peña; y un curso de metodología de la enseñanza del baile que cuenta conRafaela Carrasco y Manuel Liñán como docentes.

Como viene siendo habitual, entre las nacionalidades que dominan las inscripciones de los cursos destacan países como Japón, Alemania, Estados Unidos, Canadá, Brasil, Italia, Rusia, Eslovenia, República Checa o Noruega. En este 2020 sobresale además la presencia de China, que ha aumentado considerablemente su presencia en el Festival de Jerez.

La Gala Flamenca, con Mercedes Ruiz, Eduardo Guerrero, María Moreno

De momento, a casi un mes para que arranque oficialmente la XXIV edición, que no obstante lo hará antes con las preeliminares del concurso ‘Turín de la Frontera’, que por segundo año consecutivo celebra su fase final en Jerez, la venta de localidades marcha a buen ritmo, teniendo en cuenta que la presencia de las cursillistas es toda una garantía para determinados espectáculos.

Si nos centramos en el Teatro Villamarta, hay a día de hoy varios montajes con las entradas agotadas. En concreto, han agotado el papel el nuevo espectáculo de Manuel Liñán, ‘¡Viva!’ y la obra que servirá para clausurar esta edición y que tendrá como protagonista al Ballet Nacional de España, dirigido desde hace unos meses por el sevillanoRubén Olmo.

Muy cerca de agotar las localidades, pues solamente restan algunas de anfiteatro, están el estreno de Antonio El Pipa, ‘Estirpe’, la nueva propuesta de Isabel Bayón, ‘Yo soy’, o los espectáculos de María Moreno (‘De la Concepción), Olga Pericet (‘Un cuerpo infinito’), Sara Baras (‘Sombras); la gala flamenca estrenada en el Flamenco Festival y que reúne sobre el escenario a Mercedes Ruiz, María Moreno, Eduardo Guerrero y María Terremoto bajo la dirección de Manuel Liñán; Andrés Peña y Pilar Ogalla (‘Por cuatro reales’); La Lupi (‘Lenguaje oculto’) y Marco Flores (‘Rayuela’).

Isabel Bayón presentará 'Yo soy'.

En otros espacios también hay algunas obras cuya venta de entradas marcha a buen ritmo. En la Sala Paúl, concretamente, la jerezana Carmen Herrera, que estrena su segundo espectáculo ‘La luz que me alumbra’, ya ha vendido todas las localidades, algo que también ha logrado otra de las bailaoras que se estrenan en solitario en el Festival, Paula Comitre (‘Cámara Abierta’), que cuenta para la ocasión con la dirección de David Coria y Mercedes de Córdoba.

Muy cerca de acabar el papel está la propuesta de Belén Maya y Juan Diego Mateos, ‘Ni tú ni yo’, también en Paúl. Ambos protagonizarán dos sesiones, de las que quedan pocas localidades.

En González-Byass, que acoge un año más el ciclo ‘De la raíz’, sobresalen dos nombres propios. Por un lado El Cabrero, que en su gira de despedida y en su vuelta a la muestra jerezana 15 años después, ha levantado especial expectación y apenas quedan localidades. Lo mismo ocurre con el jerezano David Carpio que sólo tiene 18 entradas disponibles actualmente.

Carmen Herrera ha agotado las entradas de 'La luz que me alumbra'

Dentro de los nuevos espacios de esta XXIV edición aparecen Los Claustros de Santo Domingo, que este año acogerá a importantes propuestas. De ellas destaca la que dirige Luis de Perikín y que tiene como título ‘Al compás del barrio de Santiago-Jerez, the bulería experiencie’. En ella participan Diego del Morao, Tía Juana la del Pipa, La Yoya y La Bastiana, y de las más de trescientas entradas ofertadas apenas quedan tres decenas.

También marcha a buen ritmo el montaje denominado ‘Flamenco de fiesta’, una iniciativa producida por Fernando González Caballos y que resultó especialmente llamativa en su estreno en Bilbao dentro del festival que organiza anualmente la BBK. En ella se da rienda suelta al talento y la anarquía artística de personalidades como la de Antonio ‘El Carpintero’, Paco Vega, Pepe Torres, Manuela Ríos, Mari Vizarraga y José Lérida, más las guitarras de Rubén Lara y José de Pura.

Dentro del elenco destaca también la presencia de El Andorrano, el hijo de Joselero de Morón, una voz que hace casi veinte años que no desfila por los escenarios artísticos.