La licitación pública que el Ayuntamiento sacó a finales de noviembre del pasado año para la compra de viviendas a particulares con el fin de destinarlas a situaciones de emergencia social ha tenido que ser declarada desierta por la ausencia de ofertas.

La iniciativa era novedosa y se había asignado a la misma un gasto de 950.000 euros, cofinanciados en un 80% con Fondos Europeos y el restante 20% con recursos propios del presupuesto municipal. En concreto la medida se incluye dentro de la línea 9 de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (Edusi) de Jerez.

Según el pliego de condiciones, los precios a los que el Ayuntamiento estaba dispuesto a comprar oscilaban entre los 9.000 y los 60.000 euros, incluidos todos los gastos. Pero además las viviendas tenían que cumplir una serie de requisitos y de características técnicas mínimas. En base a todo ello, se irían puntuando las mejores ofertas. Así uno de los criterios de adjudicación era el económico, por lo que obtendrían mejor valoración aquellas con el metro cuadrado útil más bajo. 

Se tenían en cuenta además aspectos como la accesibilidad, la ubicación, la existencia de agua caliente sanitaria mediante energía solar, el número de estancias principales exteriores a la vía pública, que la cocina estuviese amueblada o la existencia de garaje y trasteros, entro otros. En cuanto a la ubicación, se priorizaba con una puntuación muy superior las situadas en el distrito centro con respecto al resto de zonas de la ciudad. La teniente de alcaldesa Economía y Recursos Humanos, Laura Álvarez, indicó, durante el anuncio de la licitación, que el proceso para la misma había sido “complejo y laborioso”.

La iniciativa trataba de dar respuesta a la elevada demanda que existe en Jerez de pisos para emergencia social. El Ayuntamiento solo dispone en la actualidad de cinco viviendas para estas situaciones y según datos del propio gobierno municipal, cada mes llegan a los servicios sociales municipales una media de un centenar de peticiones de este tipo de recurso.

La compra de viviendas para emergencia social era una propuesta de Ganemos, que según la agrupación, estaba incluida en el acuerdo de investidura. Su concejal Kika González no dudó en expresar su malestar cuando salió a licitación sin que el gobierno local les hubiese informado previamente.  Criticó que se había desvirtuado la propuesta de Ganemos y ya advertía que "con esos precios y esas condiciones en el centro no va a salir".

Ahora, tras quedar desierta la licitación, el gobierno local negocia con Ganemos un nuevo pliego de condiciones que haga más factible la compra y despierte mayor interés por parte de los propietarios de viviendas que estén dispuestos a vender.