-¿cómo acaba una chica de 16 años en un certamen de belleza?
-Empecé con 14 años, con un curso de modelaje. Surgió el certamen Miss Teen España y me apunté porque Irene Gómez, que había sido mi profesora, me animó a ello. La final se celebró en Jerez y gané. Uno de los premios era acudir al certamen Mesoamérica, que también he tenido la oportunidad de ganar, en el que había candidatas de todos los países de América del Norte y Sudamérica.
-¿Cómo ha vivido este certamen?
-Sinceramente, es la mejor experiencia de mi vida hasta ahora, que siempre voy a recordar. No sólo he aprendido valores de belleza, sino que me ha enriquecido culturalmente, he adquirido valores humanos y sociales.
-¿En qué se fijó el jurado?
-Gané por ser yo misma, no sólo me valoraban por mi belleza. Me preguntaron sobre aspectos culturales, la situación política, por ejemplo. Yo sigo con los estudios, quiero ser psicóloga.
-¿Cómo ha cambiado su vida?
-Siento más confianza en mi día a día, fue un subidón vivir esa experiencia, estoy muy agradecida. Pero en realidad, no ha cambiado mucho en este tiempo. Hago más deporte, porque es importante, y me cuido un poco más.
-¿Se toma esto como una profesión?
-No lo quiero dejar de lado, pero lo tengo como una afición. Si me va bien, lo complementaré con el estudio. Quiero trabajar en algo en la vida, que me complemente laboralmente y como persona. Ahora me gustaría llevar un gran año de reinado, hacer labores sociales, dar charlas de concienciación social, proyectos locales y por España, y promover el certamen de belleza.
-¿Qué diría a quien denosta este tipo de concursos?
-Muchas personas lo han tomado como la mercantilización de la mujer, pero no es así. Un certamen de belleza promueve la belleza de la mujer, pero miden más cualidades y actitudes, que son las que hacen a una Miss. Tiene bastante trabajo detrás.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios