Jerez

Garvey cierra el acuerdo para aplicar un ERE extintivo y otro temporal

  • El comité acepta la reducción y el ajuste provisional de la plantilla, pero rechaza recortar los salarios · Los Ruiz-Mateos garantizan a cambio una prorroga del uso de las marcas

El comité de empresa y la dirección de Complejo Bellavista (Bodegas Garvey) han cerrado el acuerdo para la aplicación de sendos expedientes de regulación de empleo: el primero, un ERE para la extinción de una treintena de contratos; el segundo, un ERTE -de carácter temporal- para el resto de la plantilla de la firma de la familia Ruiz-Mateos, excepto los comerciales.

El ERE extintivo contempla la salida de 32 trabajadores de Complejo Bellavista con una indemnización de veinte días por año, cuyo pago se abonará en doce mensualidades, mientras que el ERTE se aplicará a cerca de un centenar de trabajadores con un máximo de 180 días a cada uno y tendrá una vigencia de 12 meses, de forma que la plantilla se reducirá a la mitad durante el próximo año.

La empresa completará la prestación por desempleo para garantizar hasta el 80% del salario de los trabajadores durante la suspensión temporal de sus contratos -incluidas pagas extras-, según la información facilitada por el befete Cosano & Asociados, artífie del acuerdo, del que finalmente se desvincula la reducción salarial del 10 por ciento, medida que el comité de empresa aceptó en primera instancia pero que los trabajadores rechazaron en asamblea, por lo que queda pendiente de cara a una segunda fase de negociación para el desarrollo del plan de viabilidad que acompaña al concurso de la firma bodeguera jerezana.

El acuerdo, suscrito en la tarde-noche del lunes, ha sido remitido a la titular del Juzgado de lo Mercantil de Cádiz, constituida en autoridad laboral tras la declaración del concurso de acreedores de la bodega de Nueva Rumasa, y en contraprestación a la firma del mismo, la familia Ruiz-Mateos se compromete a ampliar hasta finales de 2015 la cesión a Complejo Bellavista del uso de las marcas de los vinos y brandies, propiedad de una empresa con sede en Holanda.

Los sindicatos habían hecho especial hincapié en la necesidad de amarrar la cesión del uso de las marcas como garantía adicional de la viabilidad de la bodega ante la proximidad del vencimiento del contrato, cuya vigencia expira el 31 de diciembre de 2012, estableciéndose una prórroga de tres años más salvo que se llegase a la liquidación de la sociedad.

En principio, la dirección de la empresa no tenía previsto aplicar el expediente de regulación temporal de empleo a corto o medio plazo, pero la demora en la aprobación del acuerdo ha alterado los planes precipitando los plazos, que tendrán ejecución inmediata una vez reciban el visto bueno de la autoridad judicial.

A diferencia de la inmensa mayoría de los concursos declarados en empresas de Nueva Rumasa, la titular del Juzgado de lo Mercantil de Cádiz decidió no apartar a la familia Ruiz-Mateos de la dirección de las bodegas del Marco acogidas a la antigua suspensión de pagos, situación en la que junto a Complejo Bellavista también se encuentran Zoilo Ruiz-Mateos, Valdivia, Teresa Rivero y Unión de Grandes Bodegas.

Mientras los concursos de Complejo Bellavista y Teresa Rivero avanzan con normalidad, el proceso se ha dilatado en Zoilo Ruiz Mateos y se ha paralizado en Valdivia, donde la administradora judicial, con el rechazo de Nueva Rumasa, ha solicitado la conversión del concurso reducido en ordinario al entender que el pasivo de la bodega supera los 10 millones de euros.

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