El Grupo Estévez se ha unido en las últimas horas a las grandes bodegas del Marco de Jerez que ya han concluido sus labores de vendimia. Un hecho especialmente destacable es que tras la compra de 400 hectáreas de viñedo el pasado mes de julio, el Grupo Estévez afrontó esta temporada de vendimia como el principal viticultor del sector, por delante incluso de las cooperativas del Marco, que explotan unas 800 hectáreas de viñedo y remiten sus cosechas a la cercana cooperativa de Nuestra Señora de las Angustias. En las viñas compradas por Grupo Estévez se encuentran parte de la famosa explotación de 'El Majuelo' o la 'Viña Bristol' , propiedades antaño de Bodegas Domecq y Harveys.

Según se apuntó desde la bodega del Real Tesoro, la compra de las referidas viñas pone de manifiesto y confirma "la fuerte apuesta del grupo por el Marco de Jerez y su industria vitivinícola".

A falta de cuantificar la vendimia en algunas zonas de Sanlúcar de Barrameda, desde Real Tesoro se apunta que se han vendimiado más de 1.000 hectáreas de viñedo y se especifica que el volumen de la cosecha ha sido inferior al del año pasado en torno a un 20%. Ésta está siendo la tónica en todo el sector desde que hace dos semanas se empezara a cosechar la uva palomino, si bien hay zonas de Jerez donde la merma ha alcanzado el 30% y hay incluso quienes temen que en zonas de Trebujena la diferencia respecto a la vendimia del año pasado sea incluso hasta del 50%, o lo que es lo mismo, la mitad que doce meses antes.

En cuanto a la calidad de la uva cosechada este año, desde el Grupo Estévez se apunta que "toda la de la variedad palomino fino se puede calificar de muy buena, con un promedio de 12 grados baumé y una buena acidez. Sin embargo, ha sido corta de peso, ya que la uva es algo pequeña debido al año climatológico". Como se recordará, este año ha llovido la mitad de lo que sería considerado como normal, 350 litros por metro cuadrado frente a los 700 habituales.

Los métodos de recolección de la uva empleados por el Grupo Estévez este año han combinado la recolección manual, por las mañanas, con la recolección mecánica, utilizada por las noches para de esta forma evitar que el calor reste peso al fruto de la vid, conservándose mejor tanto la uva como el mosto que ofrece al ser molturada.