El presidente de la patronal hostelera a nivel provincial (Horeca), Antonio de María, criticó ayer la decisión del gobierno municipal de limitar las licencias para la celebración de zambombas en espacios públicos a partir del 1 de diciembre, en lugar de desde el 20 de noviembre, como se venía realizando. "Se han perdido diez días de venta, no se han dado explicaciones de por qué se ha prohibido realizar este tipo de actividades. En los últimos tres años, Jerez había ganado mucha vida, los negocios habían crecido y había aumentado el número de visitantes. ¿Por qué recortar algo que funciona, en una ciudad con tantísimo paro como Jerez?", se preguntaba ayer De María.

Asimismo, calificó de "desconsideración" hacia el sector que el Ayuntamiento no se sentara con ellos a la hora de tomar esta decisión. "No se ha hablado con nosotros para nada, nos hemos enterado por la prensa", señaló. En ese sentido, redundó en que "no podemos entrar a valorar el fondo porque si no nos consultan, no sabemos qué razones tendrán para decidir esto. Suponemos que será alguna razón muy poderosa".

El presidente de los hosteleros de la provincia lanzó la especulación de que se haya tratado de contentar al mundo del flamenco. "El año pasado había voces que decían que se estaba perdiendo el purismo. Francamente, una cosa es la zambomba pura, que no tiene por qué perderse, y otra lo que se venía celebrando. Lo mismo que le flamenco tiene varias vertientes y ninguna perjudica a la otra, no tenía por qué perderse la zambomba pura", argumentó.

"Es que son dos cosas diferentes, una cosa es la zambomba de los locales y otra la de la calle. Y el éxito empezó en la calle", dijo De María, para quien "es parecido al carnaval de Cádiz, pues igual que allí hay agrupaciones carnavaleras, en Jerez hay agrupaciones navideñas". "Hace tres años, cuando se habló con el Ayuntamiento, se vertebró la posibilidad de realizar las zambombas tanto en la calle como en los locales. Ha ido muy bien, fue un éxito, que provocó incluso la aceleración del proceso de declaración de la zambomba como Bien de Interés Culutral (BIC). Y fue una sorpresa para todo el sector ver que nos quedábamos sin mercancía y que Jerez se convertía en una feria", remachó el representante hostelero.

Por su parte, los grupos políticos también lanzaron ayer algunos mensajes al gobierno local. El ex delegado de Fiestas en los años de alcaldía de García-Pelayo, el popular Antonio Montero, pidió que el Ayuntamiento aclare "cuál es el criterio para tomar esta decisión. Parece que están alegando la normativa de la Junta, pero hay que establecer un criterio. A la hora de difundir la zambomba, tiene que ser en beneficio siempre del ambiente cultural y turístico. Se debe plantear que tenga la mayor repercusión posible, y podemos establecer una comparativa con el carnaval de Cádiz o a las Fallas de Valencia". Respecto a los horarios, que ahora se recortan hasta las doce de la noche, dijo que "es como si el día del Pregón del carnaval en la plaza de San Antonio cortaran a medianoche". Y pidió al ejecutivo de Mamen Sánchez que ahonde en la regulación. "Debe tener una ordenanza especial, como la feria y otros eventos de la ciudad".

Eso sí, respecto a la elección del 1 de diciembre como fecha de inicio oficial para celebrar zambombas en la calle con el permiso del Ayuntamiento, se mostró algo más moderado en su crítica. "Es una discusión histórica, unos dicen que es a partir del 20 de noviembre y otros que a partir de la Inmaculada. La cuestión es que expliquen por qué han elegido esa fecha, pero no podemos a entrar a valorar el bando en ese sentido", señaló. "Con el PP, era a partir del 20 de noviembre y es la regulación de la Junta de Andalucía en la que se ampara ahora el Ayuntamiento. La zambomba es una circunstancia en torno a una serie de amigos que se reúnen y que celebran una festividad. Si se quieren cantar en enero, no está bien, ¿pero cómo lo regulamos? Es un tema muy complejo", señaló Montero.

Por su parte, el líder de Ganemos, Santiago Sánchez, explicó que su grupo no tiene "una posición concreta sobre el nuevo bando", aunque recordó que "pedimos el año pasado a la RAE que incluyera zambomba en el diccionario y tras volverles a preguntar, nos han contado que aún no han tenido tiempo para estudiarlo".

Desde Ciudadanos, su líder municpal, Carlos Pérez, explicó que "nos parece bien esta regulación porque la identidad de la zambomba local se estaba desvirtuando, a cualquier cosa se le ha llamado zambomba y eso perjudica a Jerez porque el visitante tiene que encontrar aquí algo diferente a lo que ya hay fuera", aunque no quiso pronunciarse sobre cómo proteger el contenido de estas celebraciones. "Que se inspeccionara a fondo el contenido de estos espectáculos es algo en lo que ahora no entramos, pero sí está bien que se produzca esta regulación". Igualmente, entendió que el centro llevaba tiempo pidiendo una decisión "en favor del descanso de los vecinos, pero es un tema complicado conjugar con el beneficio de los negocios". Eso sí, igualmente se mostró crítico con las fechas elegidas para hacer público el bando, tres semanas antes del 20 de noviembre. "Muchos no habrán tenido para preverlo", lamentó.

Asimismo, la edil de Izquierda Unida Ana Fernández de Cosa indicó que "por su idiosincrasia, la zambomba es una fiesta espontánea y no se puede controlar poniéndole coto a la Navidad". Además, se mostró crítica con lo que calificó como "falta de consenso" sobre esta decisión. "En esta ciudad tenemos mecanismos de sobra para preguntar a hosteleros, comerciantes o vecinos. Quizás podrían haber llevado este asunto a la Mesa de Participación o a la del Flamenco. Ésa habría sido la forma de tomar una decisión lo más respaldada y firme posible. Quizás establecer ese criterio del 1 de diciembre sea un poco drástico", subrayó.