Jerez

La Janda reivindica su protagonismo entre las dos bahías

  • La Junta apuesta por el desarrollo turístico e industrial de la comarca para afianzar "una alternativa con claridad territorial" · La planificación subregional protege Roche, las Calas de Conil y Mangueta

A caballo entre la Bahía de Cádiz, Jerez y el Campo de Gibraltar, histórica vía de paso entre los grandes núcleos económicos y poblacionales de la provincia, la comarca de La Janda nunca ha conformado una verdadera unidad territorial. Ni los municipios costeros de Conil, Vejer y Barbate mantienen fuertes vínculos entre sí, ni han establecido una gran relación con el interior, donde las localidades de Benalup, Alcalá de los Gazules, Medina y Paterna de la Rivera se esparcen desde la desecada laguna jandeña hasta la campiña jerezana.

La geografía y el histórico déficit de infraestructuras de la zona tampoco han contribuido a conformar esa unidad comarcal, más resultado de decisiones político-administrativas que respuesta a una unidad funcional y geográfica existente.

Esta realidad, sin embargo, llega al final de la década con expectativas de cambio. Los siete municipios de La Janda empiezan a reivindicar el valor de aquella encrucijada de caminos, gracias, sobre todo, a la mejora de las carreteras, el desarrollo del turismo y la industria, y la revalorización de un patrimonio natural, paisajístico y cultural extraordinario.

La Junta de Andalucía ha identificado este proceso de transformación y ha expresado su apuesta por el "desarrollo integral" de la Janda, "no en condiciones de periferia subequipada", sino con voluntad de incrementar la calidad y las prestaciones para hacer de la comarca jandeña "una alternativa con claridad territorial". Con esos términos lo ha formulado en el Plan de Ordenación del Territorio (POT) de La Janda, el documento que define el desarrollo urbanístico y territorial de este espacio, y que por fin ha alcanzado su periodo de exposición pública después de una década de burocracia, retrasos y dejadez administrativa.

El plan, que incluye un análisis pormenorizado de la comarca, establece como premisa la puesta en marcha de un modelo de organización urbanística que permita el crecimiento ordenado de La Janda "garantizando la preservación de los recursos patrimoniales". Fija cinco objetivos, que serán guía obligada para los municipios y por cuyo cumplimiento, al menos en teoría, velará la propia administración regional: revalorizar los espacios naturales; garantizar el mantenimiento de las señas de identidad de la población; potenciar las infraestructuras; contribuir a la consolidación del turismo; e impulsar las actividades agrícolas e industriales.

Al igual que en otros tramos costeros en regulación, la Junta reserva en La Janda un corredor litoral que incluye el dominio público marítimo terrestre, las zonas de servidumbre protegidas por Costas y 200 metros más tierra adentro desde la ribera del mar. Este espacio será de uso exclusivo para espacios libres y equipamientos y servicios vinculados a la población y al turismo.

El POT determina en el litoral jandeño tres espacios a proteger "por su interés territorial y para evitar la colmatación futura de la franja costera". Son el ya sobreexplotado Roche, y las Calas de Conil y Mangueta, dos espacios en los que los ayuntamientos de Conil y Vejer, respectivamente, mantienen perspectivas de expansión urbanística. En contraposición, que el listado de espacios blindados no incluya el paraje de Castilnovo, en Conil, pese a las continuas reclamaciones elevadas por el Consistorio que dirige Antonio Roldán (IU).

En cuanto a las comunicaciones, el Plan de Ordenación jandeño recoge -expresamente- la necesidad de "estudiar la viabilidad de la ampliación del trazado del tranvía Cádiz-Chiclana hasta el municipio de Conil", aunque desoye la petición formulada por el Ayuntamiento de Medina, que también aspira a la llegada de los trenes ligeros a la localidad. También apunta la localización en suelo jandeño de una estación de tren del futuro trazado ferroviario Cádiz-Algeciras, un histórico proyecto olvidado en el cajón de algún despacho del Gobierno.

El desarrollo de las carreteras, tras el decisivo avance propiciado por la A-381 Jerez-Los Barrios y el desdoble de la N-340 hasta Vejer, debe centrarse ahora en la construcción de variantes en los núcleos de Alcalá, Barbate, Benalup y Caños, el nuevo acceso a la A-2231 desde la A-48 (antigua N-340), una nueva conexión de Paterna con la A-381, y una solución para la entrada a Zahara de los Atunes, que este verano se ha vuelto a colapsar a causa del aluvión de veraneantes con destino a la pedanía y a Atlanterra.

El POT también propone al Consorcio de Transportes de la Bahía de Cádiz la creación de un centro intercambiador de transportes en Medina que conecte las líneas de transporte interurbano de viajeros por carretera de Alcalá, Benalup y Paterna, de forma que en el municipio asidonense se establezca una lanzadera hacia la Bahía y Jerez con servicios más frecuentes y rápidos.

La mayor aportación del plan subregional de La Janda, y el punto más esperado por los siete alcaldes de la comarca, es la designación de áreas estratégicas para la localización de proyectos industriales y turísticos con interés supramunicipal. Las áreas de oportunidad, tal y como subraya el documento, "podrán ser declaradas de interés autonómico", de forma que se desarrollen mediante acuerdos de cooperación entre ayuntamientos y Junta de Andalucía, y obtengan condiciones ventajosas para su desarrollo, tal y como está ocurriendo con el parque empresarial y logístico Las Aletas, en Puerto Real.

La Administración ha identificado cinco espacios estratégicos de carácter productivo en La Janda. En Vejer, junto al nuevo centro de atención sanitaria -en la entrada desde Conil-, se abre una puerta al desarrollo de actividades comerciales y de servicios. El corredor de transportes de la A-48, observa la Junta, dota a Conil de un emplazamiento "idóneo" para la explotación de actividades y logísticas en el enlace de la N-340 con la desdoblada A-48.

El POT ofrece a Alcalá una posibilidad de desarrollo industrial "que mira al Campo de Gibraltar", junto a la A-381, "dado que la zona industrial de La Palmosa se encuentra constreñida por el Parque Natural de Los Alcornocales", además del parque agroganadero en las proximidades de Benalup. Al grupo de áreas de oportunidad de suma el polígono de El Machorro, en Medina, ya en ejecución y "con disponibilidad de suelo suficiente para ampliaciones futuras", añade el POT.

El turismo es, según la Junta, un cimiento para la construcción de la futura Janda. La Administración andaluza subraya que la comarca debe diferenciar su oferta en el litoral con respecto a otros tramos de costa andaluza, mantener la baja densidad de las edificaciones, y equilibrar el desarrollo de este sector económico en el interior con un "papel esencial" del segmento de golf.

El documento, al que aún restan alrededor de ocho meses de tramitación, establece cuatro áreas de oportunidad de dinamización en La Janda que abarcan los proyectos hoteleros y residenciales vinculados al golf y a otros atractivos complementarios ya planeados en Paterna (La Fuensanta), Alcalá (La Sacristana), Benalup (El Jardinillo) y Medina (Pocasangre). Además, respalda la ampliación proyectada por Antonio Blázquez en Montenmedio (Vejer y Barbate) y la construcción de los históricos hoteles de Trafalgar como parte de la reordenación del caos de Zahora.

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