El rebusco

El vino de Jerez viaja a México

  • Con un intenso comercio desde el siglo XVIl Integrado en su cultura y sus tradiciones

Los vinos de Jerez llegaron pronto a México. Fue un enclave crucial en el comercio de nuestros vinos en la América hispana. Ese hecho ha favorecido que su presencia se pueda rastrear en diversos aspectos de sus costumbres y tradiciones a lo largo de este tiempo.

Está integrado en su acervo cultural. Una evidencia que difícilmente se da en cualquiera de los otros países del continente americano que fueron colonizados por España.

Periodo colonial

En fecha tan temprana como 1562 el cabildo de México estableció una curiosa reglamentación, tal era el de prohibir vender en la misma taberna vinos de distinto origen. Por este motivo los expendedores de vino de Jerez deberían colgar un paño colorado, y los que despachaban, por ejemplo, vino de las islas Canarias, verde.

El Archivo Municipal de Jerez guarda en sus fondos una importante relación documental que nos cuenta el intenso comercio de los vinos embarcados para la Nueva España a finales del XVI. Un hecho que aún está por investigar a fondo.

Gracias a la información suministrada por la genealogista jerezana, Esmeralda Pérez-Calderón, hemos llegado a saber que el 16 de diciembre de 1585, el notario Fernando de San Miguel, detallaba un inventario de bienes del jurado de Jerez, Juan Caballero Olivos, con este detalle: ciento una pipas de vino que carga en ese año para las Indias de Nueva España, cabeceados con vinos añejos, y dos barriles de pasas del sol, que valen 3020 ducados. Además se dice que había recibido el pago, desde México, por la venta de la remesa de vinos del año anterior. Era poseedor de más de 1.000 botas. (PN, tomo 806, folio 1343).

En otro documento, de ese mismo año, se hace mención al porte de vinos jerezanos remitidos a otra de las poblaciones fundadas por los españoles en México, la de Puebla de los Ángeles.

Y cuando México se independiza, como ha estudiado la americanista Carmen Borrego, algunos ricos españoles, con intereses en las minas de plata, se repatrian afincándose en Jerez, e invirtiendo en bodegas parte de sus fortunas, como los casos de Pemartín, Apecechea y Vergara.

El vizcaíno Antonio Manuel Montehermoso y Arechaga se asentaría en Jerez en 1821 tras haber permanecido largos años en México y hacerse rico con los beneficios de la plata. En su testamento se describen sus propiedades bodegueras.

Cultura y tradiciones

De diferentes formas y maneras el jerez está presente en el imaginario mexicano. Lo vemos en las obras de algunos de sus literatos, como en la de Manuel Payno (1810-1894), el iniciador de la novela costumbrista de aquel país. En su novela Los bandidos de Río Frío, escrita durante su estancia en España, se recrea el México de principios del XIX.

También en su música podemos seguir la pista al jerez. Lo encontramos en el popular corrido conocido como La Valentina, que Jorge Negrete popularizó en la versión que hizo en la película del mismo título de 1938, e igualmente la cantó María Félix en La cucaracha (1958).

En época más moderna nos encontramos al grupo de rock, Botellita de Jerez. Creado en 1983 bajo el liderazgo de Sergio Arau, tomará su nombre del conocido dicho mexicano: botellita de Jerez... Todo lo que digas será al revés.

Entre los usos que se le da al jerez en los combinados está lo que ellos denominan la polla, y aquí candié. Y en su peculiar gastronomía sus chiles en nogada se prepara con un imprescindible toque de jerez.

De ida y vuelta

Un personaje clave en estas peculiares relaciones entre ambos países es la figura de Antonio Ariza, mano derecha de Pedro Domecq González, que tanto hizo por difundir el brandy al estilo de los nuestros. La marca Presidente, distintiva de Domecq-México, fue clave para la economía de la casa matriz.

En muchas películas mexicanas era habitual la vista de sus botellas, tal como se observa en Gran Casino (1946), de Luis Buñuel.

Tanto esta compañía como Bobadilla, Osborne, Romate, o Félix Ruiz y Ruiz, hicieron destacadas campañas publicitarias en prensa y en cadenas de televisión para promocionar sus productos.

Figuras famosos de aquel país hermano pasaron por las bodegas del Marco como el actor Mario Moreno Cantinflas, el que fuera presidente de la nación, Miguel de Lamadrid, el premio Nobel de Literatura, Octavio Paz, cuyos orígenes familiares son de ésta zona, y el compositor Agustín Lara, autor del famoso chotis Madrid, cuya letra hace mención al jerez.

Estos fuertes lazos hizo que la edición XXXIV de la Fiesta de la Vendimia de Jerez, la del año 1981, se dedicara a ese país hermano.

Incluso en las etiquetas de nuestros vinos para la exportación a México se recogen una atractiva variedad de temas, como la Virgen de Guadalupe, sus símbolos patrios, los charros, etc.

En la actualidad, uno de los más apasionados defensores del jerez en el país azteca es el especialista en vinos Raúl Vega Velasco, que nunca pierde oportunidad para promocionar el jerez entre sus compatriotas.

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