Jerez

Jerez suspende en educación sexual

  • Siloé observa un repunte en chicas y heterosexuales con ETS debido a que hoy se piensa en prevenir el embarazo y no una enfermedad Los mitos sobre el VIH/Sida siguen vivos

En el marco de esta semana, donde se celebró el pasado 1 de marzo el Día en Contra de la Discriminación, la asociación jerezana de ayuda a personas que viven con VIH/Sida (Siloé) hace balance y un análisis de cómo se encuentra la ciudad en temas de tolerancia y educación sexual. En este sentido, hay que entender a la ONG desde los ejes que funciona, por un lado está el Hogar Siloé en el que asisten a personas sin recursos y con una gran dependencia y, por otro, los programas de prevención y detención precoz, como señala su presidenta, Rosalía Bejarano.

En primer lugar, al frente del Hogar Siloé se encuentra Antonio Barrones. En este espacio tienen actualmente "a 24 personas, aunque tenemos cinco peticiones de carácter urgente". El perfil del usuario es el de una persona sin recursos, con una gran dependencia física, en mayoría hombres (20 frente a 4 mujeres) y de entre 50 y 55 años. Barrones explica que "están con nosotros una larga estancia, en ocasiones hasta años. Al tener tanta demanda, tiene mucho peso la situación económica a la hora de adjudicar la plaza".

La vida en el Hogar Siloé es posible gracias a 16 personas que componen el personal de gestión y de un gran cuerpo de voluntariado que colabora desinteresadamente con esta ONG. Debido a la cantidad de personas que son necesarias para la rutina de la casa, una de las mayores preocupaciones de la asociación es la financiación. "Estamos en un momento delicado", confiesa Antonio Barrones antes de añadir que "hay menos subvenciones de las administraciones públicas -Junta y Ayuntamiento- y tardan mucho más en pagarnos. Hace dos o tres años no vivíamos con holgura pero sí con comodidad. Ahora lo pasamos verdaderamente mal para llegar a final de mes".

Sonia Reyes, trabajadora social de Siloé, es una de las encargadas de llevar a cabo algunos de los otros programas que impulsa esta ONG junto al psicólogo Juan José Becerra. Uno de los más importantes es el de prevención con charlas dirigidas mayoritariamente a los jóvenes. "A pesar de que hoy hay más información, hay mitos que persisten", señala la trabajadora social, que se refiere "a la lejanía con la que los jóvenes miran a las personas con VIH o sida. Aún se cree que es algo que solo afecta a homosexuales, prostitutas y drogadictos, por lo que la discriminación sigue estando ahí".

Precisamente, Reyes señala que la generación de jóvenes "está más interesada en los métodos hormonales, que no previenen las ETS -Enfermedades de Transmisión Sexual- pero sí los embarazos". Esto es debido, según la trabajadora social "a que los padres de hoy, temen a que su hija se quede embarazada y no a que se contagie con algún tipo de enfermedad". Por esto, la asociación ha observado un repunte de chicas y parejas heterosexuales que se contagian con algún tipo de ETS.

Siloé también realiza desde hace cuatro años una prueba rápida y anónima para la detección precoz del VIH. Solo en 2015, la asociación realizó 114 pruebas de las que resultaron positivas un 14%. "El problema -señala Sonia Reyes-, es que aquí acuden solo personas que tienen miedo al de contagiarse al haber realizado alguna conducta de riesgo sexual. Aquí entra, por supuesto, lo que los jóvenes tienen en mente como una actividad de riesgo y en este sentido el sexo oral es el gran olvidado e irónicamente el que menos se previene de posible contagio".

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