Movilidad

Jerez se va de paseo...

  • Continúa el debate y las dudas sobre el proyecto de nuevos carriles para la bicicleta, aunque expertos apuntan que es una ciudad idónea para este transporte sostenible

Corría el año 1817 cuando el alemán Karl Drais inventó la bicicleta. No se le ocurrió mejor forma de llamar a su invento que 'máquina andante' y consistía en una especie de carrito de dos ruedas, colocadas una detrás de otra, y un manillar. Simple. Ingenioso. Revolucionario. Nació la bici.

Desde entonces, ya sea por necesidad o por ocio, este singular transporte ha ido evolucionando al mismo tiempo que lo ha hecho la sociedad. Ha pasado de ser el único medio para ir a trabajar a disfrutar de él sólo cuando se apagan las luces de la oficina. Así que ahora -ya sea porque los precios de la gasolina, por moda o por sostenibilidad- cientos de modelos llenan escaparates y pasillos de las tiendas que ven en esta 'máquina andante' el transporte del futuro..., ¿y del presente?

El debate sobre la bicicleta ha llegado a Jerez a través del Plan Andaluz de la Bicicleta, impulsado por la Junta de Andalucía con la intención de fomentar su uso como un transporte más (y principal) en las ciudades. La Administración pone sobre la mesa un circuito con unos veinte kilómetros nuevos de carriles bici gracias a una inversión (poco corriente en tiempos de crisis) de seis millones de euros. Pero tras este anuncio, vino la polémica. El Ayuntamiento -que supuestamente estaba al tanto de todo el proyecto- puso el grito en el cielo al considerar que no es el momento de invertir en este proyecto, cuestionando los itinerarios y manteniendo que no hay "prisas" para firmar el documento que daría el pistoletazo de salida a las obras. Hay otras cosas más importantes en las que la Junta debería echar un cable, dice; un comentario obvio y 'político'. ¿Actúa así el Ayuntamiento por ser una inversión de la Junta? ¿Diría lo mismo si el proyecto lo hubiera firmado un compañero de partido desde Cádiz o Madrid? Por otro lado, ¿es necesario que la Junta comience, como ha dicho, las obras 'ya' y estén terminadas justo dentro de dos años coincidiendo con elecciones? Nadie pone en duda que hay muchísimas otras necesidades en la ciudad esperando una inyección económica de la Administración de Susana Díaz, pero si estos seis millones tienen un fin, en este caso los carriles bici, ¿por qué se pone en peligro?

Apartando el argumento político de si es conveniente o no, lo cierto es que si alguien ve con cierta incertidumbre este proyecto es porque además de creer o no en él, es porque cuesta (y mucho) aceptar los cambios. ¿Un carril bici por la calle Larga? Se preguntó la mayoría cuando se dio a conocer el trayecto que cruza el centro: se romperá con el paseo familiar y tranquilo, perjudicará al comercio de Larga, pasará factura... Estos fueros algunos comentarios que se escucharon a pie de calle. Por eso, es bueno echar la vista atrás, tirar de hemeroteca y recordar el titular que se publicó el 4 de agosto de 1984 en este periódico: "De forma experimental y durante un mes, la calle Larga será declarada peatonal". Esta "experiencia piloto" -como calificó el entonces alcalde Pedro Pacheco- sirvió para que el 15 de septiembre de 1995 se fijara la fecha para el inicio de la peatonalización de Larga. Pero no pudo ser, al menos ese día. Diario de Jerez recogía en su edición del 16 de septiembre que debido a las protestas y manifestaciones no se habían iniciado las obras. Bajo el título '... Y la obra no empezó' se relató que una movilización de comerciantes impidió el inicio de las máquinas en la céntrica vía. Dos páginas después, se recogían los comentarios de empresarios de la zona: "Están matando el centro", "es un gasto absurdo", "nos va a perjudicar", "estoy a favor, a la gente hay que mentalizarla", "hay otras cosas más urgentes"... ¿Le suena?

Vuelta al presente. Está claro que los cambios, si no son consensuados, no gustan, pero expertos en Urbanismo ven en este Plan Andaluz de la Bicicleta la oportunidad de mirar al futuro. Ven que ha llegado la hora de subirse al transporte sostenible y además, lo ven 'fácil'. Califican a Jerez de ciudad plana, cómoda para moverse en bicicleta. Si en otras ciudades funciona, ¿por qué no aquí?

No es cuestión de dejar las 24 horas el día el coche en el garaje. Es apostar por un modelo de ciudad sostenible, y sobre todo, accesible. Que permita, para quien así lo desee, desplazarse en bicicleta o en coche privado. La cuestión es que Jerez tenga no sólo una buena red de carriles bicis, sino de tener un buen servicio de autobuses públicos, paseos sin aceras levantadas, parques limpios, cuidados; es cuestión de que Jerez habilite zonas de aparcamiento en sitios estratégicos y si hay parking, que estos ofrezcan precios asequibles.

Si Jerez quiere (y debe) subirse a las dos ruedas de la bicicleta, la Administración y la sociedad tienen que apostar por un modelo de ciudad claro, definido al que atenerse para las buenas y para las menos buenas. La cuestión es saber para dónde quiere 'pasear' Jerez.

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