Jerez

El Marco se mira en La Mancha para arrancar ayudas a la Junta

  • Los viticultores y las bodegas ven en el plan de apoyo al sector aprobado por el gobierno manchego un modelo a seguir · Recuerdan que la región castellana recibe muchas más ayudas de la OCM del vino

Castilla-La Mancha es la viña de España, el principal país en superficie de viñedo del mundo y el tercero en producción. En tierras manchegas hay 600.000 hectáreas dedicadas al cultivo de la vid, en las que se producen del orden de 23 millones de hectolitros anuales, la mitad de la producción de vino española.

El Marco, con sus 10.000 hectáreas raspadas y 80 millones de litros apenas representa el 1,6 de la superficie y el 3,4% de la producción del gigante manchego. Pero salvando las distancias, el Marco y La Mancha comparten problemática, la estructural del desequilibrio entre producción y ventas que se traduce en un cúmulo de excedentes al que cada vez es más difícil buscar salida; y la coyuntural derivada la crisis económica que hace peligrar la próxima vendimia.

Hasta ahora, el sector del vino manchego ha hecho valer su supremacía y le ha ganado la partida a los viticultores y bodegueros jerezanos en todo. Primero fue la convocatoria de ayudas a la destilación de crisis del año pasado, en la que barrieron mientras Jerez se quedó fuera. Luego fueron los presupuestos de la nueva OCM del vino, de los que el Marco se ha quedado prácticamente al margen mientras La Mancha ha acaparado la mayoría de las ayudas -las del arranque voluntario de viñedo, las vinculadas a la destilación de uso de boca y sus derechos de pago único, y las de planes de reestructuración por el trasvase de fondos a los programas de desarrollo rural-.

Y recientemente ha sido el plan de apoyo al sector aprobado por la Consejería de Agricultura del gobierno castellano-manchego, que decidió acudir al rescate del sector en su peor momento con la aprobación de un plan por el que destinará 140 millones de euros, a los que se sumarán otros muchos cientos o miles de las ayudas antes reseñadas.

El plan de apoyo al sector vitivinícola manchego es un documento abierto en el que se prevén una serie de medidas a desarrollar hasta el 2013 y con las que se pretende dar solución tanto a la próxima vendimia y al problema de stocks, como a la falta de liquidez de las cooperativas derivada de la caída de las ventas, el aplazamiento de los cobros y el cambio en el sistema de gestión de las subvenciones comunitarias, de las que una parte se destinarán a la financiación de las actuaciones.

En concreto, el plan contempla la implicación de la Junta para inyectar liquidez en el sector, reducir la cosecha sin perjudicar las rentas de los viticultores, almacenaje de excedentes en instalaciones autonómicas y eliminación de stocks con el anticipo de la destilación de uso de boca, adelanto de la financiación de los costes para mejora y ampliación de estructuras de comercialización, campañas de promoción dirigidas a los consumidores y a la hostelería, entre otras muchas medidas.

Desde la perspectiva del apoyo público que no la de la superproducción de vinos sin salida al mercado, La Mancha se ha convertido en el espejo en el que se miran otras zonas productoras de vinos de calidad, amparados por denominaciones de origen como el jerez, que reclaman a la Administración el mismo trato, sino mejor, que el que reciben desde hace años los viticultores y la industria vinatera manchega.

Así lo pusieron de manifiesto los responsables de las organizaciones de productores y bodegueros del Marco (Asevi, Aecovi, Coag y Fedejerez) tras el acuerdo de consenso alcanzado el pasado martes en el seno del Consejo Regulador y que, en resumidas cuentas, cifra en 32,5 millones de euros el importe de la ayuda pública o externa necesaria para salvar al sector.

Según manifestó el presidente de la patronal bodeguera, Mauricio González Gordon, en la rueda de prensa posterior al pleno del Consejo, "el plan de Castilla-La Mancha está en línea con lo que queremos conseguir en Jerez", afirmación a la que puso más énfasis si cabe el responsable de los viñistas de Asevi, Francisco Guerrero, cuando aseguró que "a diferencia de nosotros, La Mancha es una comunidad que recibe bastantes más ayudas de la OCM del vino, pero además el gobierno manchego se ha volcado con el sector con unas ayudas de 140 millones. Nosotros pedimos que, como mínimo, la Junta se porte igual". Y para justificar la solicitud, el representante de Coag recordó que, si bien es posible que sea el peor momento para pedir ayuda, porque todo el mundo las está pidiendo, para una vez que lo hacemos tiene que haber una atención especial".

La propuesta conjunta aprobada el martes, y que hoy comenzarán a discutir los responsables del Marco con la Consejería de Agricultura, contempla algunas medidas similares a las que se van a aplicar en La Mancha, caso de las ayudas a la eliminación de excedentes, el impulso a la promoción y el establecimiento de nuevas líneas de apoyo dentro del Programa de Desarrollo Rural.

El Marco solicitará igualmente ayuda a la Junta para amarrar ayudas públicas para el abandono voluntario de las casi 2.000 hectáreas que se han quedado este año fuera del programa de arranque financiado por Bruselas y para recuperar la elaboración de los productos complementarios del jerez -mostos concentrados, alcohol vínico, vino de color y pedro ximénez-, que en su día le arrebató, precisamente, Castilla-La Mancha, de ahí que en el reparto de las ayudas de la OCM, los viticultores manchegos se hayan quedado con los derechos para el cobro de los 700 euros por hectárea del pago único por este concepto.

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