Jerez

El Marco ensayará en mil hectáreas de viñedo los productos complementarios

  • Asevi, Aecovi y Fedejerez avalan la realización de un programa piloto con cinco años de duración para estudiar la viabilidad · Los viticultores recibirán compensación económica por el 'desenganche'

14.000

La consejera de Agricultura, Clara Aguilera, avanzó días atrás que el departamento que dirige concretará en enero el plan de actuaciones o ayudas para el Marco de Jerez, con cuyas organizaciones sectoriales negocia un acuerdo que la titular del ramo ve cerca.

Pese a las reticencias de los viticultores de Trebujena, que ante la falta de ayudas directas para dar salida a los excedentes anuncian nuevas movilizaciones para principios de año, las organizaciones de productores y bodegas (Asevi, Aecovi, Coag y Fedejerez) apuestan por la línea de los productos complementarios como la alternativa para recuperar el equilibrio entre la oferta y la demanda.

Tras la última reunión técnica mantenida a mediados de diciembre entre la Junta y los interlocutores del sector, viticultores y bodegas han hecho llegar a la Consejería sus observaciones para el desarrollo de un programa piloto sobre la producción de uva con destino a los productos complementarios, en concreto a los mostos concentrados con los que se quiere iniciar el proceso para que todo lo que entre en la botella de jerez sea del Marco.

La propuesta base, que avalan los viñistas independientes de Asevi, las cooperativas de Aecovi, las bodegas de Fedejerez y, con algún matiz, Coag, contempla el 'desenganche' de mil hectáreas de viñedo para emprender un estudio técnico-económico que permita determinar a medio plazo si el marco tiene capacidad para atender las necesidades de productos complementarios del jerez.

El ensayo comenzaría en 2010 y tendría una duración de cinco años a desarrollar en dos fases, una primera de tres anualidades con una dotación presupuestaria de unos tres millones de euros -la cifra coincide con la partida destinada por el Ministerio de Medio Rural a la Junta para ayudar a resolver los problemas del Marco-, de los que más del 90% se destinaría a compensar económicamente a los viticultores que, voluntariamente, se acojan al proyecto. El resto del presupuesto, hasta completar los tres millones, servirían para la contratación de los medios técnicos y materiales necesarios para la elaboración del estudio y el asesoramiento a los viticultores.

El programa se completaría con otros dos años, para los que haría falta financiación con cargo a los fondos públicos, a fin de mantener el complemento de renta a los viticultores. Asevi, Aecovi y Fedejerez piden 800 euros por hectárea y año, mientras que la propuesta inicial de la Consejería contempla 700 euros por hectárea en las dos primeras anualidades, 500 euros en las dos siguientes y 350 euros en la última.

Los viticultores que deseen pertenecer a la red de parcelas pilotos firmarían un contrato por los cinco años de vigencia del ensayo por el que asumirían una serie de compromisos, como el de destinar el total de su cosecha a la elaboración de los productos complementarios, o el de incorporarse a un censo bajo supervisión del Consejo Regulador.

El rendimiento de referencia mínimo de las viñas que se adhieran al programa será de 14.000 kilos por hectárea -hay que tener en cuenta que para los vinos de jerez se establece un límite de 11.428 kilos- y el objetivo a alcanzar serán 18.000 kilos, en los que se estima que la actividad sería rentable. Dentro de estos rendimientos, los viticultores recibirán un complemento de 0,05 euros por kilo producido, para los que podrán utilizar variedades distintas a la palomino y para los que no se descarta la posibilidad del uso del riego -que también ampara la propuesta de nuevo reglamento de la Denominación de Origen para uva con destino a los productos complementarios".

En cuanto a los requisitos de las parcelas, la propuesta mayoritaria contempla la necesidad de que estén inscritas en el Consejo Regulador y que su producción este amparada por la institución del vino; que hayan producido uva calificada en el último trienio (2007-2009); que tengan una superficie superior a media hectárea; y que tengan capacidad para producir, al menos, 14.000 kilos/hectárea.

En caso de que las solicitudes rebasen las mil hectáreas, tendrán prioridad los viticultores que soliciten la inclusión de todo su viñedo y los que estén vinculados a cooperativas u organizaciones de productores.

A grandes rasgos, esta es la propuesta base y las observaciones realizadas por la mayoría del sector (Asevi, Aecovi y Fedejerez), de las que Coag discrepa, básicamente, en dos cuestiones: la dificultad de acceso para los viticultores más pequeños y los problemas para el riego que tendrían algunas zonas del Marco.

El riego tendría difícil solución salvo la de hacer frente a fuertes inversiones, mientras que para el acceso, la coordinadora de organizaciones agraria defiende que los socios de cooperativas computen como un todo, y no a título individual.

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