Los Museos de La Atalaya llevan ya más de un mes sin poder ser visitados porque tienen el suministro eléctrico cortado a causa de la deuda con Endesa. De hecho, el Congreso de la Fundación Caballero Bonald que se celebró la pasada semana en estas instalaciones contó con luz gracias al funcionamiento de un grupo electrógeno de gasoil, el mismo que se utiliza para las oficinas. Según la directora de La Atalaya, Ana Villalobos, "el problema en realidad no es la deuda con Endesa, que asciende a 14.000 euros y que se ha negociado su aplazamiento y fraccionado. El problema son los créditos de los patronos a la Fundación Andrés de Ribera porque todo el dinero que nos envía la Diputación provincial está embargado y sólo se puede utilizar para pagar las nóminas".

En la verja de entrada de los museos, un cartel advierte de que "por problemas técnicos" no se pueden visitar, una circunstancia que disminuye aún más los ingresos de estas instalaciones "aunque tampoco es que fueran muy grandes las ventas en taquilla", señaló la directora.

Ana Villalobos asegura que "se está haciendo todo lo posible por solucionar esta situación. Hay una comisión técnica de Diputación y el Ayuntamiento gestionando. Lo que ocurre es que nosotros ahora mismo dependemos del juzgado fundamentalmente para que el juez levante el embargo del dinero que nos envíe Diputación. El tiempo que tarde el juez en levantar este embargo será el tiempo que tardaremos en tener luz, pero lo de ahora por lo menos se puede gestionar, mientras que lo que había antes era un auténtico colapso económico, financiero y político".

En la actualidad la situación de la Fundación Andrés de Ribera es muy complicada ya que, aunque el pleno municipal aprobó el pasado mes de marzo el proceso de disolución con el voto en contra del Partido Popular (PP), una vez que este llegó al poder en el Ayuntamiento y también en Diputación, apostó por esta siguiera manteniendo un papel importante como patrono para que se siguieran manteniendo los puestos de trabajo de la plantilla, compuesta en la actualidad por once personas, y el pago de sus nóminas. En este sentido hay que recordar que los trabajadores estuvieron sufriendo retrasos en el pago de sus salarios.