Nueva Rumasa ha presentado una denuncia en el colegio de abogados contra el despacho Martínez-Echevarria -que representa a los 83 inversores que interpusieron una querella contra la familia Ruiz-Mateos por estafa, entre otros delitos, admitida a trámite por la Audiencia Nacional- por violación de 'Código Deontológico', ya que entiende que "se ha aprovechado" de la situación del grupo empresarial para "hacerse publicidad y captar a los inversores en su beneficio, solicitando a cada inversor interesado una provisión de fondos inicial de 6.500 euros".

José María Ruiz-Mateos advierte en un comunicado a sus inversores de que "no se dejen embaucar por algunos despachos de abogados como Martínez-Echevarria, Pérez y Ferrero, ya que están aprovechándose de esta situación para hacer negocio con altos intereses mercantiles".

"Parece a todas luces inmoral que abogados hagan convocatorias públicas para captar clientes bajo la peregrina excusa de la iniciación de procedimientos incluso civiles contra determinadas personas, físicas y jurídicas, obviando el hecho innegable de que se encuentran en situación concursal, por lo que están sumamente limitadas las posibilidades de accionar contra ellas y por supuesto restringida la competencia, solicitando pese a ello provisiones de fondos de miles de euros", señala el comunicado.

El patriarca de los Ruiz-Mateos, por otra parte, declarará como imputado el 27 de julio en el Juzgado de Instrucción número 3 de Palma de Mallorca, al que ha sido citado por su titular en relación con la querella interpuesta por Inversiones Grupo Miralles contra el empresario y sus seis hijos varones por un presunto delito de estafa, por valor de 13,93 millones de euros, en la operación de compraventa del Hotel Eurocalas.

En el auto dictado ayer por la jueza y por el que se admite a trámite la querella se emplza asimismo a declarar a varios de los hijos del empresario jerezano, que deberán comparecer en el Juzgado entre el mismo día que declarará José María Ruiz-Mateos (27 de julio) y el 20 de septiembre.

La querella de Miralles se suma a la denuncia presentada por la familia Radó ante la Fiscalía por presuntos delitos de estafa, falsedad en documento mercantil y estafa procesal. La familia Radó estima que Nueva Rumasa le adeuda 7,34 millones de euros por la compra de las acciones que poseía en las sociedades que explotan dos hoteles 'Beverly'.