La Unión de Hermandades estudia una nueva configuración estética para la entrada a la Carrera Oficial, con el objetivo puesto en la calle Eguiluz y la plaza Aladro. El pasado año, tras la Semana Santa, el presidente evaluó positivamente la nueva Carrera Oficial que entonces se pudo en marcha, la cual se mantiene este año sin cambios. Pero aquella reflexión se dirigía más que a la ordenación de la entrada, al ambiente y la armonía estética del entorno de las calles donde arranca el recorrido común. Así, se han puesto manos a la obra en Curtidores para estudiar una nueva ordenación de Aladro para que en ese lugar se recupere la atmósfera y el 'calor' que se le supone al lugar donde arranca la Carrera Oficial. Sobre el papel no hay nada todavía.

Sí se tiene claro que habrá que buscar nuevos elementos decorativos para la plaza, además de reordenar los lugares reservados, como los servicios de emergencia de tal forma que dejen más para los que quieran ver la llegada de las hermandades desde las aceras. En cuanto a Eguiluz, la preocupación se centra en el solar donde se ubicaba el antiguo edifico del obispado, junto a otros detalles que afean esa antesala del recorrido común. Todas las ideas se plasmarán en un proyecto para poderlas aplicar.

Entre tanto, los consejeros encargados de preparar los horarios e itinerarios para la Semana Santa, han puesto en marcha la maquinaria, que prácticamente no se para durante todo el año, para cerrar el plan para 2015 partiendo de la base de que la Carrera Oficial vivirá un año de paz. Habrá algunos cambios menores. El trabajo más peliagudo son desde ya los encuentros con las hermandades para analizar los cambios que han propuesto, una vez recibidos en la Unión de Hermandades. El proceso se arbitra con reuniones con cada cofradía o sentando en la misma mesa a las de un mismo día, en el caso de que haya que buscar una solución a un problema común.

Este puede ser el del Jueves Santo, que ya el pasado año fue un auténtico quebradero de cabeza para los consejeros y las hermandades al tener que 'casar' unos horarios e itinerarios que dejaban en el filo de la navaja su cumplimiento ante el puzzle que hubo que montar para entrar ese día en la Carrera Oficial, de una forma coherente y sin que tuvieran que registrarse los temidos parones, que al final sí los hubo junto con algún que otro problema de coordinación. Para localizar y consensuar una fórmula aceptable, que se antoja muy complicada dado los horarios que se manejan y el origen geográfico de las implicadas, quedará en manos de las hermandades de la jornada y el Consejo ratificará el posible acuerdo. Por lo demás, en el Consejo están a demanda de lo que las cofradías quieren cambiar en sus salidas.