Jerez

Nuevos inquilinos en el zoológico

  • El verano ha dejado crías de algunas especies como el ñandú, el lémur y el bisonte · A pesar de la crisis, la época estival se cierra positivamente con cerca de 22.000 visitas

Hace ya casi sesenta años que los primeros animales del zoológico de Jerez pisaron las instalaciones de los jardines del tempul. Dedicado inicialmente a la fauna ibérica, a lo largo de los años ha ido renovando y enriqueciendo su colección zoológica hasta llegar a la situación actual, donde el centro cuenta con más de 900 ejemplares de 350 especies diferentes.

Esta época estival ha sido 'bestial', para el zoológico que ha albergado un total de noventa  nacimientos de aves y veinte nacimientos de mamíferos. Entre ellos se encuentran una cría de grulla coronada que nació el pasado lunes,  una cría de lémur de cola anillada, ocho pequeños ñandúes, vicuñas, una gacela y una cría de bisonte. Pero sin lugar a dudas, las estrellas del verano han sido los tres ejemplares de pequeños primates 'tití pigmeo', una especie de monos considerados los más pequeños del mundo, que llegaron al zoológico el pasado julio. Aunque la novedad y el encanto de este verano haya residido en la llegada de estos diminutos simios, procedentes del zoo de Alicante, hay que recordar que, durante muchos años, la nota de seducción del centro la puso la elegante fémina de elefante Buba.

 Este animal, que marchó hacia Hungría para aparearse, dejó un gran hueco moral y espacial en el zoo por lo que los operarios decidieron acomodar la huérfana vivienda del elefante a la pareja de bisontes y a su pequeña cría, nacida el pasado mayo.

 Según uno de los biólogos del zoológico, Mariano Cuadrado, "aunque el zoobotánico de Jerez alberga la colección zoológica más importante de Andalucía, nos gustaría adquirir otros ejemplares como hipopótamos pigmeos, guepardos o rinocerontes". Además el biólogo afirma que "lo de comprar animales ya no se hace. Lo que hacemos ahora es intercambiar ejemplares con otros centros que forman parte de la red europea de zoológicos EAZA".

El trabajo del zoológico comienza por la mañana temprano con la revisión de las instalaciones interiores en los que los animales duermen. "Existe un férreo control de las especies. Si ha habido una incidencia se comunica inmediatamente al departamento técnico. Los biólogos apuntamos todo desde las enfermedades o heridas hasta las apareaciones. A veces se han dado ocasiones en los que hay que ayudar a los animales a parir, como fue el caso de la cebra".

Es tal el cariño que los trabajadores tienen con los animales que  Mariano Cuadrado, confiesa que  "a los más emblemáticos les ponemos nombre como es el caso de los chimpancés, Homer, Lola y Lulú".

En general, el balance del zoológico en verano ha sido bueno, alcanzando las 22.000 visitas durante la época estival. Un dato que Manuel Jiménez, gestor de relaciones públicas y marketing del centro, considera positivo en comparación con otros centros. Este dato, según el encargado de relaciones públicas, se explica porque el zoo, tiene una ventaja añadida y es que permite a los visitantes traer su propia comida, cosa que no permiten otros centros. A pesar de tener una gran afluencia, la crisis también  se ha dejado notar en el zoológico. Según Manuel Jiménez, "una de las cosas en las que se refleja este aprieto es en el descenso de compra de la tarjeta club amigos del zoo, un carnet que se paga de forma anual y con el que se puede visitar el zoo  las veces que se quiera".

En el centro los meses más fuertes son la primavera y el otoño, donde la mayoría de centros escolares jerezanos acuden entre semana, sin faltar a la tradicional foto de pequeños en el zoo. Mientras tanto los fines de semana acogen a un público más familiar.

El invierno y el verano son considerados las épocas más escasas en lo que se refiere a visitas. Sin embargo, las pasadas navidades se vieron socorridas por la llegada  y descanso de los camellos de los reyes magos en el zoo, acontecimiento que según el representante de relaciones públicas fue "todo un éxito y se volverá a repetir este invierno".

Aunque en verano los visitantes suelen ser turistas, la época estival supone para los niños una gozada en cuanto a actividades encaminadas a la educación ambiental.  La escuela de verano y las noches en el zoo son las grandes propuestas para que el zoo se convierta en una de las atracciones más fuertes  en  Jerez. 

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