Una vez que la Junta ha apostado por Jerez como enclave para albergar al Museo del Flamenco de Andalucía, hay que preguntarse qué tipo de museo se pretende. A expensas de que se empiece de una vez a mover el ladrillo, lo fundamental es establecer un proyecto museístico adecuado. Evidentemente, el Picasso de Málaga puede ser un buen espejo, pues ha sido capaz de transformar a todo su entorno. Elegir bien el uso de los espacios y dar contenido a cada edificio es importante en estos primeros pasos, como lo es que el museo esté por encima de estereotipos, y que su estructuración responda a un ideario contemporáneo en el que elementos como lo multimedia o lo interactivo tengan especial protagonismo.