El asunto de la seguridad en eventos multitudinarios como la Semana Santa no es baladí en estos tiempos. La falta de un dispositivo sólido en Jerez hace más vulnerable la ciudad. Resulta difícil de entender que el plante tenga lugar en plena Semana Mayor, cuando millares de jerezanos y visitantes se echan a la calle. Al final, son otra vez los cofrades y ciudadanos en general los rehenes de unos trabajadores municipales que podrían haber presionado al Ayuntamiento en otro momento. Como poco, no es lo lógico.