El fallo judicial que obliga a la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía a adjudicar de nuevo las obras de ampliación en los colegios públicos San José Obrero y Antonio Machado, además de la construcción de un nuevo centro, ha enojado, como no podía ser menos, a los padres de alumnos afectados y no porque lo consideren injusto -fue el colegio de arquitectos el que lo llevó a los tribunales por las condiciones del contrato- sino por el nuevo retraso que supone para unas intervenciones que llevan esperando desde hace años.

Así, la presidenta de la Federación Local de Asociaciones de Padres de Alumnos (Flampa), Rosa Saborido, calificó ayer "de vergüenza" el hecho de que haya que adjudicar de nuevo las obras "después de todo el tiempo que hemos estado esperando, lo que dice mucho de la Administración educativa y además son unas obras totalmente necesarias, porque las condiciones en las que se encuentran estos colegios son de pena".

En su opinión, "ahora lo que se hace es alargar más el tiempo y seguir engañando. Unos por otros y al final la casa sin barrer, el pan nuestro de cada día. El caso es que, por el motivo que sea, las sobras siguen sin estar y me da igual de quién haya sido la culpa, porque todos estos errores los acaban pagando los que menos culpa tienen, que son los alumnos, y los que tienen el poder para que esto funcione no lo están haciendo bien".

Rosa Saborido ha anunciado además que van a pedir una cita con la alcaldesa María José García-Pelayo y la delegada municipal de Educación, Lidia Menacho "para tener un primer contacto con el objeto de empezar a trabajar juntos, que es la base para que esto funcione". En este sentido señaló que "tenemos muchos proyectos que tenemos ganas de sacar ya".

También se han quejado padres de alumnos del colegio San José Obrero, donde señalan que "estas instalaciones tienen capacidad para una sola línea y ahora tiene tres". De hecho, al centro, que contaba ya con dos módulos prefabricados, es decir, cuatro aulas, le han instalado ahora otro módulo más de dos aulas". En este sentido, padres de alumnos recuerdan que "este era un colegio rural hace un montón de años y ahora es uno de los que más niños tiene, porque se ha quedado dentro de la ciudad". Por otra parte, señalan que "la parte de atrás está acotada por las obras de la vía del tren ; si además nos quitan por la derecha un trozo de patio y encima nos ponen prefabricadas, ¿con qué patio nos vamos a quedar?". Los padres de alumnos afectados recuerdan que "cada año llegan tres clases más" y por otra parte, se quejan de que "los institutos que tenemos más cerca de este colegio son el Álvar Núñez, La Granja o el Fernando Quiñones, que están a bastante distancia. Cuando era delegado provincial de Educación Manuel Brenes nos prometió un nuevo instituto al otro lado de las vías del tren y un colegio nuevo, pero ni siquiera han arreglado todavía el que tenemos. En septiembre nos veremos otra vez con las obras del tren, la carretera sin arreglar, una prefabricada más y sin zona de aparcamiento".

Otra de sus quejas es que "no se ha arreglado el puente y tampoco el paso por el Jardín del Inglés para que enlace con San José Obrero. Enlazará con La Granja, pero no con esta barriada". Así, consideran que "por lo menos deberíamos tener acceso andando, pero nos vamos a encontrar con los mismos charcos y la misma tierra, porque no hay alcantarillado alrededor del colegio. Sólo hay una a las puertas del centro y no han venido a limpiarla, un trabajo que en este caso es competencia del Ayuntamiento, pero tampoco lo han hecho". Finalmente, estos padres han mostrado también su indignación "porque a nosotros en ningún momento se nos ha dicho que nos iban a poner otro módulo de dos aulas prefabricadas, aunque esto ya se veía venir, porque somos tantos... y ya van tres módulos prefabricados".