Urbanizaciones fantasma, solares abandonados, viviendas a medio terminar o completamente vacías... La herida de la crisis ha dejado cicatrices por todo el municipio aunque hay dos símbolos de aquellos alegres años de expansionismo salvaje y urbanismo desenfrenado: un solar donde se iba a levantar un hotel de lujo con campo de golf y el Palacio de Congresos y Exposiciones de Jerez, a medio terminar y que ya ha sufrido graves derrumbes de encofrados y se halla totalmente abandonado a su suerte. Ambas actuaciones comprendían unos 110 millones de euros de inversión netamente privada para dos de los proyectos más ambiciosos y con más futuro de cuantos florecieron en la ciudad antes de hacer su aparición en escena la crisis. Sin embargo, el estallido inmobiliario como avanzadilla de la depresión actual asestó un golpe mortal a dos iniciativas en las que los dirigentes municipales depositaron grandes esperanzas.  

En Guadabajaque, en el sector de Matacardillo junto al acceso Sur de la ciudad, quedan cuatro enormes grúas sobre una gigantesca parcela como testigos mudos de lo que iba a convertirse en un resort de lujo con 600 camas y una previsión de crear 260 puestos de trabajo directos. No queda nada del complejo hotelero Sherry Golf Resort, una 'macroinversión' que se la llevó el vendaval de la crisis y el crash inmobiliario y financiero. El solar está hoy a la venta a la espera de compradores y el proyecto económico y turístico se esfumó. Su promotora, la cadena TRH -la división hotelera del grupo Tremón-, se ha dedicado en estos años a la desinversión después de que la compañía matriz se declarara insolvente hace ahora tres años. Antes de la solicitud del concurso voluntario de acreedores de Tremón, en noviembre de 2008, la obra ya llevaba casi un año totalmente paralizada, apenas dos meses después de que se colocara la primera piedra. La anterior alcaldesa jerezana llegó a sostener que buscaría nuevos interesados en una parcela enclavada "en una ubicación  magnífica", pero el tiempo de las grandes inversiones, visto lo visto en estos últimos años, parece que ya pasó de largo. 

En la actualidad, es Solvia, la división inmobiliaria del Banco Sabadell, la propietaria de un imponente solar de 25.000 metros cuadrados en la zona más al Sur del municipio. Llamamos a la inmobiliaria de la entidad financiera catalana y nos confirman al otro lado del hilo telefónico que, efectivamente, la parcela está a la venta y que su precio llega a los 9,68 millones de euros, en torno al 16% de los 60 millones que en conjunto iba a invertir en el complejo hotelero el grupo promotor que lideraba el empresario sevillano Hilario Rodríguez. "También lo vendemos troceado en parcelas de 5.400 metros a 2 millones de euros, en la parte más alejada del campo de golf (de Guadabajaque)", nos puntualizan desde Solvia, y añaden que "hay algunos interesados en hacerse con partes concretas". Reflotar este activo cuenta además con un inconveniente añadido: su condición de suelo exclusivamente destinado para actividad económica, una clasificación que, al menos de momento, el Ayuntamiento ya ha dejado claro a la entidad financiera que no está dispuesto a modificar en el planeamiento urbanístico. Un nuevo PGOU a todas luces surrealista que el anterior equipo de gobierno se empeñó en sacar adelante a sabiendas de que los desarrollos que 'pinta' en los planos son absolutamente irrealizables en sus ocho-diez años de vigencia.

Abandonamos Guadabajaque y subiendo por la antigua circunvalación se topa el jerezano o el visitante con otro de esos paisajes desoladores que nos ha dejado la crisis. Lleva tres años y medio paralizada, ha sido objeto de todo tipo de saqueos y, para colmo, sus encofrados se han venido abajo tras el robo de decenas de puntales que los sostenían. La visión actual del que iba a convertirse en Palacio de Congresos y Exposiciones de Jerez es absolutamente deprimente. Su entorno se ha convertido en un improvisado aparcamiento de los usuarios del hospital de Jerez y los 'gorrillas' se arremolinan en la zona junto a otros amigos de lo ajeno que llegan a la obra abandonada, alzada sobre una parcela de 28.000 metros cuadrados, para apoderarse de todo tipo de materiales: ferralla, hierros, alambre, cobre, maderas, puntillas... 

Con el 70% de la obra civil ejecutada y una inversión desembolsada de 21 millones de los alrededor de 50 que iba a suponer la actuación privada, la promotora del equipamiento, el grupo Baremo 80, ya comunicó en una reunión oficial con el gobierno municipal la imposibilidad de retomar a medio plazo los trabajos. La falta de financiación ha chocado en este caso con la firme voluntad de la empresa de retomar un proyecto para el que incluso se había realizado una importante labor de comercialización para celebrar futuros congresos en la ciudad. Pero el Ayuntamiento no puede esperar más, pues "la mala imagen que ofrece actualmente la paralización de las obras daña muchísimo a una zona que es puerta de entrada a la ciudad", comenta a este medio el delegado de Urbanismo, Vivienda e Infraestructuras, Antonio Saldaña.  "No queremos hacerle una faena a nadie pero necesitamos mejorar la estética de la zona y concluir el desdoble y la urbanización que estaba prevista", aclara. En este sentido, el gobierno municipal ha repasado las condiciones del contrato suscrito con la promotora y estudia ejecutar las garantías depositadas para las obras de urbanización y acometer los trabajos, toda una prioridad para una zona que quedará como un embudo de la vieja circunvalación una vez que se complete la urbanización de toda la nueva avenida Reina Sofía. "Hemos ofrecido un posible cambio de uso del suelo a la empresa para que desarrolle otros proyectos más viables, pero no nos han contestado desde la reunión de septiembre y la verdad es que no podemos esperar mucho más: hay que adecentar todo el entorno y asegurar la obra porque es peligroso el estado actual", confirma el también portavoz del gobierno municipal, quien tampoco descarta estudiar en profundidad solicitar la reversión de los suelos por incumplimiento del proyecto previsto inicialmente.

Insiste también el dirigente municipal en que el equipo que lidera la alcaldesa, María José García-Pelayo, ha activado un 'plan b' porque la ciudad no puede estar por más tiempo sin un palacio de congresos. En este punto, Saldaña avanza que la redacción del proyecto para la reconversión de Ifeca estará ultimada a principios del año próximo y, entonces, "buscaremos cómo implicar a Diputación y a otras administraciones en una inversión de unos 15 millones de euros". "Lo que no podemos es dejar pasar todas las iniciativas a la espera de que el proyecto privado actual se desbloquee dentro de siete años", matiza acto seguido. Todo son secuelas de una crisis cuyo negro túnel aún no arroja ni rastro de luz.